La ola de renuncias puestas disposición del presidente Alberto Fernández tras los resultados electorales de las PASO del domingo 12 de septiembre sacudieron el tablero político nacional y generaron diversas lecturas sobre los liderazgos al interior del Frente de Todos.
Gustavo Córdoba, consultor y analista político, repasó punto por punto lo ocurrido después de la contienda, que comenzó con la carta de presentación de dimisión del ministro del Interior, Wado de Pedro, y el acople de decenas de figuras ligadas a Cristina Fernández.
«Solamente nosotros y Estados Unidos tenemos PASO. En el mundo han sido eliminadas por las fallas que tienen contra la gobernabilidad», aclaró Córdoba al inicio de una entrevista en el programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario.
De todas maneras, señalo que las elecciones de medio término permitieron, por un lado, establecer un plebiscito sobre la gestión presidencial. En ese sentido consideró: «Está claro que fueron voto castigo por la profundidad y por el volumen del pronunciamiento popular». Por otro lado, remarcó que las PASO también habilitaron «un reordenamiento del sistema de liderazgos internos de cada espacio político».
Sobre el último punto, precisó que «Juntos por el Cambio ha visto emerger a Horacio rodríguez Larreta como un líder nítido, al radicalismo, con Maxi Pullaro en Santa Fe, más los correntinos, mendocinos y jujeños y el ocaso de Macri, con sus derrotas en Córdoba y Santa Fe».
En cuanto a lo acontecido con el Frente de Todos, que perdió en 17 de los 24 distritos del país, y terminó con una lluvia de renuncias puestas a disposición del presidente, Alberto Fernández, consideró que «no hay riesgo institucional porque la oposición, sobre todo la que está en posiciones de poder o de conducción de gestión reaccionó muy prudentemente, quizás recordando que hace dos años atrás a ellos les pasó exactamente lo mismo».
Por otra parte, analizó que lo que sucede, que incluyó al viralización de un audio con insultos al mandatario de una diputada k, «es una enorme oportunidad para Alberto Fernández y el albertismo que nació dos años tarde. Es una buena chance para que el kirchnerismo se dé cuenta del error que ha cometido».
En tanto, el especialista puso el foco en las movilizaciones realizadas a favor del jefe de Estado y en las manifestaciones de apoyo de algunos referentes. «Evidentemente hay un repliegue del kirchnerismo después de las reacciones. Los apoyos que ha recibido el presidente lo muestran hoy muchísimo más sólido que el domingo a la noche», expresó.
Por último, el politólogo reflexionó: «Todavía falta una lectura humilde de estos resultados. Posiblemente ahí se podrá pensar si hay efectivamente cambios de políticas o cambios de nombres. Más que cambiar nombres, el Gobierno debería hacer un diagnóstico honesto y hasta emocional de lo que pasó en las elecciones. De los 12 millones de votos que tuvo Fernández en 2029, perdió prácticamente 6 millones».
