Se trata de la primera encuesta nacional de este tipo que se realizó en la Argentina, que visibiliza la violencia política contra las mujeres en el ámbito de la política.
Según el estudio, el 73% de las legisladoras afirmó haber vivido alguna situación de violencia de género en la política a lo largo de su trayectoria.
Al incluir preguntas vinculadas con acciones concretas, por ejemplo, si les habían restringido el uso de la palabra en reuniones y sesiones, o si las habían aislado en el ejercicio de sus funciones públicas por su condición de género, las respuestas positivas ascendieron a un 82%.
Los dos tipos de violencia más frecuentes que tuvieron que enfrentar las encuestadas a lo largo de sus trayectorias fueron la psicológica (50%) y la simbólica (28%).
En menor medida, se refirieron a situaciones de violencia económica (22), en tanto que la violencia física como la sexual fueron reportadas en menos del 10 por ciento de los casos.
Lucía Martelotte, directora ejecutiva adjunta de ELA y responsable de la investigación, dijo al matutino que se sabía que la violencia contra las mujeres en política existía en Argentina, pero, a diferencia de muchos países de la región, no había datos concretos.
«Lo que vimos fue que, lejos de ser un problema aislado o de algunas mujeres o partidos políticos, la violencia contra las mujeres en política existe y es un problema muy extendido«, agregó la especialista.