La Municipalidad de Rosario puso en funcionamiento este lunes el nuevo sistema de transporte público, que tiene lugar en el marco de la emergencia que se da en el sector por la abrupta caída de pasajeros, relacionada a la pandemia, y a los reiterados paros en el servicio que se dio durante el año pasado.
El primer paneo general en la sociedad con respecto al nuevo funcionamiento de los colectivos no da un balance tan positivo, ya que varios usuarios se vieron confundidos con los nuevos cambios. Además, advirtieron que faltó información y llegar a más personas con la nueva puesta en escena del transporte de pasajeros.
En esa línea, la presidenta del Concejo de Rosario, María Eugenia Schmuck, advirtió: “Nosotros no creemos que sea el mejor sistema, sino que es el posible, es de transición. Estamos en una emergencia en el transporte”.
Asimismo, recordó que desde el Ejecutivo local se encuentran abiertos a escuchar a la población. “Donde nos han manifestado algunas modificaciones necesarias las hemos tomado. Creo que hay que seguir escuchando. Al ser un sistema de transición necesitamos que sea lo mas eficiente posible para que se pueda aprovechar positivamente. Si hay que corregir recorridos o líneas lo vamos a hacer”, dijo.
La crisis en el transporte de pasajeros de Rosario “es la mas profunda que ha tenido en toda su historia”, mencionó Schmuck, al tiempo que recordó que había que “diseñar un sistema de transición que nos permita, con los pocos recursos que tenemos, generar una readecuación de las líneas, de la conectividad, para poder sobrevivir y que se pueda volver a conquistar pasajeros”.
El objetivo de los cambios en el sistema de transporte “es volver a subir pasajeros al sistema. Se intenta hacer mas eficiente, generar mejores frecuencias, en donde la cultura del transbordo tiene que llegar para quedarse. Si te tomabas un colectivo para atravesar toda la ciudad y tardaba una hora, ahora te vas a tener que tomar dos, por el mismo precio porque el transbordo es gratuito, y a lo mejor llegás antes al lugar de destino”.
“El 55% del financiamiento del sistema es por los boletos que pagan los vecinos”, apuntó la presidenta del Concejo. En ese sentido, agregó que “muchos rosarinos se bajaron del sistema, por los 90 días de paro, por la pandemia, por el miedo a contagios”.
