Iván Kvasina, secretario del Consejo Directivo del Colegio de Magistrados, denunció en el programa «Así Estamos», de Marcelo Fernández, un «error de planificación de la estructura» del Centro de Justicia Penal (Virasoro y Sarmiento) inaugurado hace apenas un año. En concreto, el magistrado señaló que se está trabajando en una «incomodidad notoria» en un edificio que no contaba siquiera con despachos para los jueces. Incluso remarcó que, lejos de lo planificado, en este momento sólo están funcionando sólo los juzgados de primera instancia y parte del Ministerio Público de la Acusación. La inversión del proyecto alcanzó los 280 millones de pesos.
El Centro de Justicia Penal se encuentra emplazado en la manzana comprendida por las calles Sarmiento, Virasoro, San Martín y Rueda. Fue inaugurado en julio de 2017 con el gobernador Miguel Lifschitz y el entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia de la provincia, Dr. Daniel Erbetta. El edificio contemplaba los requerimientos para que allí funcionen Tribunales de Investigación Penal Preparatoria y los Tribunales de Juicio en lo Penal con sus Salas de Audiencias Públicas y Orales, Cámaras Gesell, la Cámara de Apelaciones en lo Penal, el Servicio Público de la Defensa Penal, el Ministerio Público de la Acusación, Alcaidía con boxes para entrevistas y Sala de Reconocimiento. La inversión del proyecto alcanzó los 280 millones de pesos. Un año más tarde de su inauguración, el edificio ya está colapsado sólo con los jueces de primera instancia.
«Hay problemas de infraestructura y los reclamos ya están llegando», explicó, simple, Kvasina. Y especificó: al Colegio de Magistrado le ha tocado canalizar varios de esos reclamos. Lo que sucede en el Centro de Justicia Penal es simple: quedó chico. «Los espacios físicos del nuevo edificio no han sido los suficientes. Ha habido una suerte de error de planificación de lo que fueron las autoridades que en ese momento pensaron la estructura, al punto tal que hoy sólo está la primera instancia funcionando en el nuevo edificio. La cámara de apelación no entra», remarcó.
Kvasina ejemplificó esas incomodidades y fallas con cuestiones que parecen casi un chiste. «Los jueces no tenían despachos individuales, es decir que cuando un juez tiene que retirarse a estudiar un caso para tomar una decisión, no estaba previsto que tuviera un ámbito acorde a esa tarea», contó en el programa de Marcelo Fernández, que se emite los martes a las 22 por «Somos Rosario».
La solución a la falta de despachos llegó con divisiones improvisadas pero también implicó que hoy se esté trabajando «dentro de una incomodidad notoria». «Incluso hay conflictos y roces por la falta de espacio entre los jueces, los fiscales, defensores; y hasta problemas en la circulación interna del edificio. Son cuestiones que surgen porque no ha habido planificación adecuada y aparentemente no es nada sencillo desde el punto de vista de la construcción ampliar esas estructura. Hay quien dice que habría que hacer otro edificio, y de hecho, físicamente no entraron todos los operadores. No hay espacios para todos».
