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jueves 25 de abril del 2024

No PASO nada

Al ya vacío contenido discursivo de campaña de las distintas listas que compiten por un escaño en la Cámara de Diputados de la Nación, debemos adosarle la falta absoluta de creatividad para lograr empatía con el votante. Lugares comunes, sobre estimación en las encuestas y grupos focales, y una cadencia sonora casi de hartazgo, es lo que podemos observar en los políticos que recién llevan un mes y medio de campaña. Y eso que aún no han llegado a la primera base que son las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias del 13 de agosto.

Seguridad, obra pública y trabajo son los ejes de todas las campañas. Seguridad, obra pública y trabajo son las tres respuestas, en ese orden, más recurrentes en las distintas consultas a la población santafesina sobre qué le aqueja o le afecta a cada ciudadano. Lo llamativo, entonces, es que nos encontramos con menciones sobre esos tópicos en las reiteradas propagandas de espacios cedidos y en las entrevistas periodísticas, pero con ausencia absoluta de plataformas electorales o propuestas de llegar al congreso. Raras excepciones que confirman la regla, son un oasis en medio del desierto.

Se repiten y aburren al electorado. La calle ya está harta de la campaña y todavía podemos asegurar que no empezó. La limpieza de candidatos de cara a las generales de octubre puede ser un soplo de aire fresco y es la esperanza para que realmente se empiecen a debatir ideas y proyectos. Inclusive hasta estamos bajos de agresiones, lo que al menos -desde lo chabacano- haría algo más entretenido el andar hasta las urnas.

Indecisos y desconocimiento

Los problemas de los candidatos no son sólo de ideas y de contenido político. Hay una gran masa de indecisos en la provincia -algunas encuestadoras indican que esos guarismos rozan el 50 por ciento- que pone en jaque cualquier consulta por más seria que sea. Por otro lado, el nivel de desconocimiento que tienen todos los candidatos, a excepción de unos pocos, hace que la contienda sea de final abierto.

Para luchar contra eso hay una fórmula básica: invertir en medios y espacios públicos para que los conozcan y polarizar con quien sí la gente conoce. En ese andar está Alejandra Rodenas, que compite desde Nuevo Espacio Santafesino contra Agustín Rossi. El aparato de gremios y senadores la ayudó a llegar a toda la provincia. Polarizar con el ex ministro de Defensa del kirchnerismo, la puso en el candelero. Inclusive el debate en Canal 3 le dio, más allá de las valoraciones sobre derrotados y triunfadores, una resonancia a su nombre que antes no tenía.

En el Frente Progresista sucede algo distinto. Luis Contigiani corrió desde atrás y pasó al frente, pero María Eugenia Schmuck sigue alta en intención de voto en Rosario y zonas de influencia, lo cual la colocan en una posición expectante de cara a las generales tras un hipotético cruce en las listas. Sin embargo, ambos candidatos mantienen el respeto mutuo y sólo se escuchan halagos más allá de las diferencias políticas de fondo.

Cambiemos, por su parte, contrapone su poco conocido candidato fuera de la capital provincial, Albor “Nicky” Cantard, con el sello del frente. Saben que la marca está instalada -Mauricio Macri ganó en Santa Fe en las generales y en el ballotage de 2015- y apuestan a que el voto de confianza a la gestión nacional llegue adosándole los símbolos del espacio político al ex rector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).

En este esquema, todos creen poder llegar. La izquierda se anota sus porotos con Carlos del Frade (Frente Social y Popular), con Caren Tepp (Ciudad Futura) y con Octavio Crivaro (Frente de Izquierda y de los Trabajadores). La apuesta de todos ellos es pasar el piso de las PASO y jugarse la patriada de cara a octubre para conseguir una de las nueve bancas que renueva la provincia de Santa Fe.

Como se dice en la calle, está para cualquiera.