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sábado 20 de abril del 2024

No culpes a la noche

En Rosario la discusión por la nocturnidad suma a todos al debate. Nadie se quiere quedar afuera y podría cambiar la lógica que del divertimento en la ciudad. Hay tres proyectos distintos en el Concejo y no hay acuerdo, por ahora, entre los ediles. Los empresarios ponen su granito de arena y exigen que se los escuche. Se viene otro show mediático.

De los cajones del Palacio Vasallo a los medios y de vuelta a los cajones. Así es el andar de los proyectos de ordenanza sobre la nocturnidad en la ciudad de Rosario. La actual norma tiene 17 años, fue aprobada en 2001, y en su momento fue revolucionaria.

Aquel debate de principios de siglo obligó a los empresarios a re invertir en seguridad, cerró muchos boliches céntricos y permitió que los vecinos puedan volver a vivir en paz en muchos espacios de la ciudad, sobre todo en el centro. Pero ahora quedó vieja, ya que las costumbres cambian y obliga a los dirigentes a repensar la noche rosarina.

Los bolicheros piden que no haya distorsión de rubros. Hay bares que no son tales, sino que funcionan como boliches. Hay algunos lugares que ponen una boletería, sacan las mesas y ponen música fuerte: en el barrio eso es una disco bailable, no un bar con amenización musical. Y a eso se enfrentan quienes invierten en las medidas de seguridad, se ponen a disposición de un registro de oposición de los vecinos y tienen que cumplir cientos de requisitos más que los locales gastronómicos.

No tienen conflicto con la danza eventual porque un grupo está festejando, pero sí con aquellos que desvirtúan la habilitación que tienen porque tuvieron éxito y pretenden alterar los permisos que les dio la ordenanza vigente.

Hay tres proyectos presentados y no son iguales entre sí. Pero hay algo que coinciden entre algunos: la noche rosarina mutó y hay que hacer algo para regular el desorden. Los controles que se hacen no alcanza y las reglas no son para todos las mismas. Hasta algunos dicen que según que inspector te toca te exigen una cosa u otra para funcionar.

Hay concejales que dicen que la actual ordenanza sigue estando vigente y que lo que falta es más control. Otros que hay que acompañar las modas y costumbres de la noche para no quedar en el pasado. Hasta se piensa en una norma flexible para no tener que estar corriendo de atrás a los cambios de las juventudes que quieren divertirse.

Las cervecerías, los pubs, los boliches chicos y las mega discos pueden convivir. Las ofertas son distintas y hasta se complementan entre sí. Pero aprobar que los actuales bares puedan ser bailables debería llevar consigo que los registros de oposición se vuelvan a abrir, y exigirles a los empresarios las adecuaciones correspondientes para no molestar al vecino.

Lo que sí, ojalá que esta vez no pase como en las anteriores. Los medios prestamos atención, pensamos “ahora sí” y hacemos las notas, y después por algún llamado amigo o un descontento desde la intendencia queda archivado hasta nuevo aviso. No culpes a la noche por la inoperancia dirigencial.