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viernes 29 de marzo del 2024

Newell’s juega como Llop declara

Newell´s perdió jugando mal en La Plata, frente a un ordenado y pragmático Estudiantes. Sin embargo, lo que preocupa tanto como la pobre producción futbolística del equipo son las declaraciones del Chocho Llop. El entrenador parece estar en una dimensión paralela, donde sus dirigidos siempre hacen más y merecen mejor suerte que lo evidenciado por la realidad. Con un rosario colgando y frases motivadoras, Llop logra fastidiar con sus dichos públicos al hincha rojinegro y consumir aún más rápido la poca paciencia que les queda.

¿Qué dijo el DT?

«El resultado es demasiado abultado de acuerdo al desarrollo del juego. Podíamos haber hecho algún gol mas». El primer análisis apuntó a la diferencia de dos en el resultado final y una comparación falaz de lo que fue el juego. Estudiantes fue superior a Newell´s. La Lepra sólo se quedó en partido por que Andujar así lo quiso. El arquero, que en su momento fue de Selección, regaló dos goles y brindó durante todo el partido una sensación de inseguridad total.

Bernardi, técnico cuestionado en todos los equipos que dirigió y que hasta el momento no dió sobradas muestras de ser un gran estratega, ayer le dio una paliza táctica a Llop. Con 4 chicos de las inferiores en el medio, manejó la pelota y explotó los horrores defensivos de la Lepra.

«Justo cuando nos pusimos bien en el partido, el tercero y el cuarto nos tocaron. Hasta el 2 a 1 estábamos bien, jugando un muy buen partido. Hasta ese momento estaba conforme. Es más, hasta el 1 a 0 iniciamos bien el segundo tiempo, pero con una pelota parada se nos ponen 2 a 0. Tenemos que mejorar algunas cosas, tuvimos algunos desacoples defensivos que el rival aprovechó».

Estudiantes le generó siempre situaciones de gol a Newell´s. Ante cualquier resultado parcial del partido, el Pincha creó peligro bien cerca de Ibáñez. Si Llop estaba conforme, es grave. Con la pelota, dependió siempre de la movilidad de Leal o las apariciones esporádicas de Sarmiento. No progresó por afuera con los laterales y otra vez, perdió la mitad de cancha.
Lo peor de la Lepra se vió sin el balón. Defensivamente no hubo solo «algunos desacoples» como dice Llop, sino que el desconcierto fue total y los errores, masivos. San Román no para a nadie y Bianchi es una versión distorsionada y muy desmejorada a la del primer semestre. Sills grita mucho más de lo que juega, mientras que Varela y el debutante Evangelista hicieron lo que pudieron en ese contexto.

El planteo inicial fue, una vez más, erróneo. Enzo Cabrera nunca encontró su lugar en el terreno y prácticamente fue ignorado por sus compañeros a la hora de atacar. Los ingresos de Torres y Bernardello expusieron las pésimas decisiones iniciales.

Y a pesar de todo, Llop estuvo conforme. Mientras Titi Rodríguez pasaba como conos a sus jugadores o Fernando Otero se movía con total libertad, para el DT estaba todo bien. Mientras a Diarte le sacaban el gol en la línea o Zuqui se equivocaba al definir cuando quedó solo ante Ibañez, Llop veía que su equipo iba por buen camino.

«Somos un equipo competitivo. Mejorando algunas cositas vamos a andar bien».  No es la primera vez que lo dice. Evidentemente, esa palabra le gusta al DT. Al margen de la quita de puntos que se hará efectiva una vez que termine la Superliga, Newell´s consiguió 16 puntos sobre 42 posibles y se ubica en el puesto 22 en una tabla de 28 equipos. Nunca fue regular ni pudo ganar dos partidos seguidos. Y lo que tiene, a grandes rasgos, es lo que mereció.

Hace 13 partidos que Llop mantiene el mismo discurso ante las derrotas. Subir y elogiar el rival, minimizar la pobre producción, siempre con una visión optimista y utópica del futuro. A esta altura, ya cansa.
Las frases públicas de los técnicos siempre deben ser analizadas «con pinzas». Habitualmente coquetean con el cassette, dejando la sensación de que la autocrítica dura y severa se hace puertas adentro. Sin embargo, esta actitud de Llop (que se repitió en varios pasajes de la Superliga) ya molesta y asusta. No parece ser un técnico que cuida públicamente a sus jugadores y no los expone, sino por el contrario, y lo que es más grave aún, Llop dice lo que piensa. Y si la cabeza de grupo, el estratega, el que toma decisiones, analiza lo realizado por su equipo de esta manera, la situación es mucho más complicada que lo que parece.