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viernes 19 de abril del 2024

Muriel Santa Ana expuso con detalles cómo fue el aborto que se practicó

Muriel Santa Ana participó como oradora durante el tercer día de audiencias en el debate sobre el aborto. La exposición se realizó este martes en el Congreso de la Nación. En la misma, la reconocida actriz relató una experiencia que ya había relatado anteriormente. Con lujo de detalles, contó frente a los diputados que a los 23 años se sometió a un aborto y apunto que, si el proyecto es rechazado, “llevarán sobre sus espaldas las muertes que produzca la industria de la práctica clandestina”.

La intérprete comenzó relatando: “Una semana antes del 4 de abril de 1992 fui al consultorio privado de un médico conocido por ser el jefe de obstetricia de un reconocido hospital público. Él me dio las recomendaciones y yo le di la plata”.

Días más tarde, “fui con mi mamá y mi hermana a su departamento, donde realizaba las intervenciones. Era interno, totalmente oscuro, nos sentamos a esperar en el living. Al rato salió una chica de 15 años con su mamá. Luego, una mujer con un ambo verde apareció y dijo mi nombre. Me despedí de mi mamá y mi hermana”, continuó Santa Ana.

De acuerdo con la actriz, fue una despedida de tantas pero que la recuerda porque “la experiencia” volvió a su “emoción y carne” a partir del debate de estos días. “Me prepararon una habitación que se comunicaba con el quirófano”, describió. Este era la cocina y “lo único que había en el espacio era una camilla ginecológica”.

La expositora recordó que el médico le dijo “esto va a ser muy rápido, quedate tranquila”. “Aparecí al rato en otro lugar con mi mamá y mi hermana tomándome las manos. El médico se acercó, me dio un beso y me dijo ‘ya paso’”, agregó. Muriel contó que quedó embarazada mientras usaba diafragma. Para ella “aún hoy es conflictivo que un hombre use preservativo, aduciendo pérdida de placer”. “Imaginen que hace 20 años, el abuso era mucho peor. Nos poníamos el diafragma, y ellos se tranquilizaban”, observó.

“No tuve que recurrir a una sonda, una aguja de tejer, ni a un sucucho sórdido sin asepsia”, graficó la actriz y continuó: “Yo no deseaba ser madre forzadamente. No deseaba inscribir mi cuerpo en el orden simbólico de la maternidad por imposición”. “Se mantiene intacto en mí que no admito que nadie se arrogue el derecho de legislar sobre mi deseo”, manifestó.

«Muchas religiones promocionan una vida después de la muerte, también parecen tener muy en claro qué vida existe antes de la vida. Yo en cambio me pregunto: ¿qué vida hay durante la vida? ¿Qué mundo reproducimos con nuestros actos? ¿Un mundo de igualdad, igualdad como punto de partida o como una promesa a plazo fijo? ¿Qué le damos al mundo?», resaltó.

«Acá, por lo que he visto, no se trata de debatir sobre los límites de la vida y de la muerte, porque entonces tengo una pregunta para hacerles, sobre todo a aquellos que no han tomado posición: ¿qué significa para ustedes una mujer muerta? Acá se trata de aborto clandestino o aborto legal. El aborto existe, existió y existirá, legislen ustedes lo que legislen. Y sepan que si este proyecto fuera rechazado, llevarán de por vida sobre sus espaldas las muertas que produzca la industria del aborto clandestino», finalizó Santa Ana.