En la mañana de este martes se llevó a cabo frente a los Tribunales Provinciales de Rosario una marcha para la prevención de femicidios, en la que exigieron que la Justicia determina como delito autónomo la violencia de género en todas sus formas, pidiendo que tengan sus consecuencias tanto penales, sancionatorias, como así también que obliguen a los agresores realizar una rehabilitación social. El disparador fue el caso de Melisa Gudiño, una mujer que desde comienzos de año es hostigada por su pareja pese a que existe una prohibición de acercamiento.
Al respecto, el abogado que sigue este caso, Nahuel Jane, dio detalles del mismo como así también los objetivos principales que tuvo la manifestación: “Se está solicitando que el Estado actué, puntualmente la Justicia, preveniendo la consecuencia final de la violencia de género que es la agresión física sobre la mujer que todos los días termina en un hecho de femicidio en Argentina. Estamos pidiendo que los actores judiciales dicten los procesamientos de estos sujetos que diariamente están violando las restricciones de acercamiento, diariamente continúan hostigando a nuestras mujeres y entendemos que esto es lo que habilita que esta espiral de violencia vaya creciendo y aumentando, terminando en la muerte de nuestras mujeres”.
“En el caso de Melisa tenemos una persona que la está hostigando y agrediendo al día de la fecha, ya dictada la prohibición de acercamiento este sujeto sigue violando a diario y en forma constante las perimetrales, las prohibiciones, sigue hostigando. La llama constantemente, se presenta en su domicilio a diario. La Justicia, con todos estos indicios, con todas estas pruebas, tenemos testigos y demás, no está haciendo nada”, especificó el letrado.
Por otra parte, en lo que respecta a la implementación del botón de pánico, señaló: “Si es una movida pública como esta, se les da más rápido, en cuestión de horas quizás. Si no es una movida pública, tarda muchísimo más, si no es visible socialmente, es como que al Poder Judicial no le estaría importando. Nosotros planteamos que estos botones de pánico tienen que ser prácticamente inmediatos ante la situación de indefensión de la mujer”.
“Les reclamamos a nuestros legisladores que modifiquen el Código Penal y que determinen como delito autónomo la violencia de género y todas sus formas tengan sus consecuencias, tanto penales, sancionatorias, como que obliguen a estos sujetos a realizar la debida rehabilitación social, para después reinsertarse a la sociedad ya dejando de ser estas personas violentas y agresivas”, concluyó Jane.
