100 días para enamorarse pisa cada vez más fuerte en la pantalla chica. La tira de underground se convirtió en el éxito televisivo del año, quizás porque se animó a abordar problemáticas sociales como la identidad de género, la discriminación o el bullying. Además, la ficción se caracteriza por su contenido humorístico. Este lunes, Moria Casán dejó su huella con un divertido papel. La diva no paró de hacer chistes sobre sí misma.
Moria se puso en la piel de Brígida Sandoval, una mujer de la alta sociedad que desembarca en el estudio jurídico de Carla Peterson y Juan Minujín para resolver legalmente una herencia. La actriz Jorgelina Aruzzi fue la encargada de darle el pie a la diva para las autoreferencias. «Sos igual a Moria», expresó.
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«Moria me parece muy travesti. Para mi gusto, le falta refinamiento. Se pasa de lista y me da vulgar… Es tan vulgar», respondió la One y dio paso a bromas en relación al famoso robo de joyas en Paraguay. «Creo que choreó, ¿no?», preguntó. Y agregó: «Yo le veo cara de que es capaz de cualquier cosa. Para mí, fue chorra. Para mí todo eso se tapó porque vieron como son las cosas… Mucho autobombo. No es el tipo de mujer que me guste mucho».
