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martes 19 de marzo del 2024

Más de 20 años después, los Bulls no logran superar la era Jordan: los motivos por los cuales no volvió a ser una franquicia de élite

En plena explosión de "The Last Dance", la serie documental que ya se vio en más de 23 millones de hogares en todo el mundo, las principales razones que privaron a Chicago de revivir aquella época dorada.

Para todo aquel amante del deporte que creció durante la década del ’90, resultaba imposible no prenderse a la televisión en cada juego decisivo de los Chicago Bulls. El equipo que mostró una de las mejores expresiones colectivas de la historia de cualquier disciplina, con el talento sobresaliento del mejor basquetbolista de todos los tiempos, Michael Jordan.

Los más nostálgicos o incluso quienes ni siquiera habían nacido cuando Su Majestad hacía maravillas con una anaranjada en la mano con Scottie Pippen como gran socio y el genio de Phil Jackson en la banquilla, tuvieron la posibilidad de viajar hacia casi 30 años en el tiempo, y más también, para revivir esa era dorada con «The Last Dance», la serie documental que a través de Netflix llegó a más de 23 millones de hogares en todo el mundo.

El impacto de cada uno de los diez capítulos, que hasta el pasado lunes se estrenaron de a dos por vez y que ahora están todos disponibles en la plataforma, fue muy grande. Posiblemente porque no solo rememoró a los entrañables Bulls, seis veces campeones de la NBA (1991, 1992, 1993, 1996, 1997 y 1998), sino que mostró intimidades, imágenes inéditas, testimonios de ex compañeros y rivales de Jordan y hasta se animó a desnudar los costados más polémicos u oscuros del ídolo.

Lo que bien podría llevar varios documentales, es la otra historia que rodea a Los Toros: ¿por qué no volvieron a ser una franquicia de élite en los últimos 22 años tras el sexto anillo de 1998? No solo eso, sino que apenas lograron llegar a una final de la Conferencia Este en la temporada 2010/11, en la que cayeron frente a Miami Heat 4-1.De hecho, en la mayoría de las ediciones de la mejor liga del mundo de básquet no accedieron a los play offs.

El primero de los motivos de la abrupta caída de los Bulls tras la era de Jordan lo dejan bien claro en «The Last Dance» y lo desarrollan durante toda la serie. Antes que finalice la temporada 1997/98, el gerente general histórico de la franquicia entre 1985 a 2003, Jerry Krause, ya tenía la decisión tomada acerca que ese iba a ser el último año de Jackson como entrenador del equipo y sumado a ello tenía varios focos de conflicto con los jugadores, principalmente con Pippen, quien por una cláusula en su contrato nunca tuvo mejoras considerables en su salario desde su llegada en 1987.

Por lo tanto, aquella campaña final de la distanía de Chicago en la NBA se sabía que era «El último baile». Y así fue: sin el técnico en cada uno de los seis títulos, Jordan decidió volver a retirarse (anteriormente lo había hecho en 1993 tras la muerte de su padre, regresando en 1995), Pippen fue traspasado a Houston Rockets, Dennis Rodman quedó libre, y Steve Kerr fue vendido a San Antonio Spurs (fue campeón en 1999 y en 2003, ya con Manu Ginóbili).

El desmantelamiento se notó y el equipo cayó en picada en la temporada siguiente. El croata Toni Kucoc quedó como líder de un conjunto con varios juveniles, que tuvo un año desastroso y culminó en la última posición de la Conferencia Este en la temporada regular. Esa misma decepcionante actuación, sin siquiera llegar a play offs, se repitió inclusive en la campaña 2003/04, que tuvo el regreso del veterano Pippen. Claro, el socio de MJ ya no era el mismo y las reiteradas lesiones lo tuvieron más fuera que dentro de la cancha. Malas gestiones en los Draft y en la ventana de transferencias, limitó cada vez más la jerarquía del plantel.

Llegó el Chapu, el equipo levantó, pero no alcanzó

Para la temporada 2004/05, los Bulls incorporaron, entre otros, a Tyson Chandler y al santafesino Andrés Nocioni, que venía de lograr el oro olímpico con la selección argentina en los Juegos Olímpicos de Atenas. Luego de seis años para el olvido, la franquicia del estado de Illinois volvió a los play offs, donde no pudieron con Washington Wizards. En la siguiente edición de la NBA el verdugo fue Miami Heat, mientras que en la 2006/07 alcanzaron las semis de conferencia y fueron eliminados por Detroit Pistons, el gran rival de finales de los ’80 y comienzos de los ’90.

En la 2007/08 volvieron las frustraciones de quedar fuera sin acceder a los mano a mano, mientras que en la 2008/09, la última de Chapu en la casa del mejor jugador de la historia, el argentino fue vital en la recta final de la temporada regular para meter al equipo en los play offs. El esfuerzo le valió la ovación de todo el United Center, aunque no alcanzó para ir más lejos y Boston Celtics los frenó.

Resurgió la esperanza: a las puertas de la séptima final

Tras una temporada 2009/10 donde Chicago superó la temporada regular pero no superaron la barrera inicial de Cleveland Cavalliers, llegó el año de la resurreción y los sueños de volver a la gloria en la 2010/11. Los Toros fueron los mejores de la fase inicial con un récord de 62 victorias y 20 derrotas, para luego vencer a Indiana Pacers 4-1 y a Atlanta Hawks 4-2. En la final del Este los esperaba Miami Heat de Lebron James, que cortó la ilusión con un 4-1 definitivo.

Pese a no llegar a la séptima final de NBA en su historia (lógicamente, las seis anteriores las ganó), los Bulls tuvieron al MVP de la temporada, Derrick Rose (principal figura entre 2008 y 2016), y al mejor entrenador del año, Tom Thibodeau. Sin embargo, esa campaña que hizo soñar a los fanáticos con regresar a la élite, quedó allí y los años siguientes fueron de puras decepciones.

Dos veces en semis de conferencia (2012/12, derrota ante Miami, y 2014/15 caída frente a Cleveland); otras tres veces eliminado en la primera ronda de los play offs (2011/12, 2013/14 y 2016/17) y otras tres ocasiones donde no pasaron a la post temporada (2015/16, 2017/18 y 2018/19). En la edición actual, que quedó suspendida por el coronavirus, no tienen demasiadas expectativas de avanzar a la instancia decisiva salvo una tremenda racha de victorias.

Sin dudas que un párrafo aparte se debe llevar otra de las malas decisiones de la directiva de los Bulls, cuando en 2016 el gerente general, John Paxson traspasó a Rose a los New York Knicks. Es cierto que el base que se había brillado algunas temporadas atrás tuvo sufrió una rotura de ligamentos en 2012 que le impidió a su regreso seguir mostrando la curva ascendente con la que venía, pero aquella transferencia trajo mucha polémica porque se trataba de la última gran estrella de Chicago desde Jordan.

En definitva, no se consolidó un equipo al rededor de Rose como si sucedió desde la llegada de Su Majestad en 1984. Por lo que en la actualidad, cuenta con talentos como Zach LaVine, el finlandés Lauri Markkanen y Coby White, aunque claramente no les alcanzó para recobrar la gloria de hace más de 20 años. Los cañones están apuntados, cuando la pandemia lo permita, más bien a la siguiente temporada donde el nuevo gerente gerenal, el lituano Arturas Karnisovas, tiene la misión de tomar el traje de Jerry Krause que nunca nadie se supo calzar para intentar devolverle la mística ganadora a una franquicia que vive del recuerdo de lo que el maravilloso número 23 y compañía hicieron en los inigualables 90’s.