María Eugenia Vidal reconoció este lunes que le gustaría ser presidenta, aunque indicó «no estar desesperada». A su vez manifestó que aprendió de los errores que tuvo durante su gestión como gobernadora de la provincia de Buenos Aires.
«A mí me gustaría ser presidenta, pero no estoy desesperada. Será si tiene que ser», indicó Vidal en declaraciones radiales. Y agregó: «Nuestro candidato a presidente es aquel que pueda ganarle al kirchnerismo. Nuestro objetivo debe ser ganarle a este Gobierno y estar unidos para terminar con esta etapa de incertidumbre».
Por otra parte, la exgobernadora se refirió a la figura de Javier Milei, que genera divisiones al interior de Juntos por el Cambio. Los referentes del radicalismo se manifestaron en contra de apostar en sus filas al liberal en tanto que en el PRO no lo descartan.
«(Javier) Milei es el síntoma, no la enfermedad. Su surgimiento interpela a toda la casta política y refleja el hartazgo y el enojo que tiene justificadamente una parte importante de los argentinos por la falta de respuesta», señaló la diputada, y envió un mensaje al sector de la sociedad del que habló: «No somos todos iguales, no es la misma política la que estaba en la plaza que puede caminar entre la gente porque no tiene causas de corrupción».
Además, afirmó: «Desde Juntos por el Cambio gobernamos y aprendimos, hemos construido equipos sólidos y hemos dado pelea contra la casta de la que Milei habla, contra Moyano, contra el Pata Medina, a los Castillo que recibieron condenas por parte de la Justicia, contra el narcotráfico y a los que traban el crecimiento de la Argentina. Una cosa son las ideas y otra muy distinta es llevar adelante las transformaciones».
Por último, aseguró que percibe una crisis de gobernabilidad surgida de la interna oficialista, pero señaló que Juntos por el Cambio garantizará que Alberto Fernández termine su mandato. «El oficialismo tiene una oposición responsable, somos una oposición republicana de verdad», sostuvo.
