Los dirigentes de Juntos por el Cambio, principal bloque político opositor en el país, junto a militantes “anti cuarentena” llevaron a cabo este domingo un «banderazo» que reunió a miles de personas en distintos puntos de Argentina con consignas en contra del Gobierno.
En Rosario, unas 4 mil personas se acercaron al Monumento a la Bandera y resultó imposible respetar las medidas distancia social y en mucho de los casos no se vio el uso del barbijo.
Por ese motivo, desde el oficialismo calificaron a la marcha como “contagiosa”.
En este marco de tensión entre el gobierno y la oposición que quedó atrás, el sociólogo, historiador y doctor en Filosofía, Marcos Novaro, analizó la marcha y sostuvo que “el oficialismo está tratando de explotar la tensión”.
“El gobierno va a insistir con la teoría del odio, hace analogía con la derecha trumpista en Estados Unidos que se niega a usar barbijo y suele atacar a quien no lo usa”, expresó Novaro y afirmó que “algunos de los convocantes hicieron esfuerzos para tratar de compatibilizar una cosa con la otra, mantuvieron la distancia, tenían barbijos”.
“Es difícil decir que este tipo de manifestaciones es tan contagiosa como asegura el gobierno”, remarcó.
Sobre el reclamo de los manifestantes, el analista señaló que el gobierno los trata de “terraplanistas” y considera que “son los que promueven el odio y la muerte” pero –aclaró Novaro- “en Argentina el odio tiene muchas caras y el kirchnerismo se tiene que hacer cargo del odio que practica y que fomenta, muchas veces justificándolo en un discurso ideológico”.
Consultado sobre si la gran convocatoria que tuvo la marcha tiene que ver con «un hartazgo» hacia el oficialismo, el especialista afirmó «El gobierno perdió ese cariz un poco más moderado que tenía desde el comienzo y ha perdido las prioridades acordes a la opinión pública».
«Acusan a los manifestantes de ser anti cuarentena, pero lo que han perdido el eje de la cuarentena, son los oficialistas y están metiendo sus prioridades políticas para hacerlas pasar lo más rápido posible para que a gente no se de cuenta del buzón que le metieron», enfatizó y concluyó: Esa es básicamente la estrategia la gente rechaza».
