Hace 33 años atrás, un 22 de junio de 1986, Diego Armando Maradona pintaba sobre el Estadio Azteca de México la obra más maravillosa que pudo verse en un Mundial, y escribía para toda la historia “La Mano de Dios”.
Argentina e Inglaterra se vieron las caras en los cuartos de final del Mundial de México 1986. Pero todo sucedió en el segundo tiempo. Primero, se dio la jugada -para muchos- más polémica de la historia en las Copas del Mundo.
Recién iniciado el complemento, luego de un despeje hacia atrás del defensor Steve Hodge, Maradona fue a buscar la pelota a la par del arquero Peter Shilton y “un poco con la cabeza y un poco con la mano de Dios”, según contó el propio Diego, marcó el 1-0 para la Selección.
Apenas cuatro minutos más tarde, la magia empezó desde el campo argentino. Maradona elude a uno, a dos, a tres. Desparrama por el campo a cuatro a cinco rivales. Amaga por izquierda a Shilton y estampa para siempre la pelota en la red. Esa que marca el 2 a 0, mientras Víctor Hugo Morales crea la música más perfecta para la obra de arte. Para el “Gol del Siglo”.
El encuentro terminó 2-1 a favor del conjunto nacional, que avanzó a semifinales y terminaría llenándose de gloria tras ganarle la final a Alemania (3-2).