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jueves 25 de abril del 2024

«Los vecinos estamos hartos»

Darío Gurvich trabaja todos los días de 6 a 19 en la farmacia ubicada en la esquina de Salta y Lagos. Es un espectador del caos: desde siniestros fatales hasta pequeños choques entre automóviles; pasando por la dificultad de cruzar la calle, de encontrar dónde estacionar, de las intermitencias en el funcionamiento de los semáforos. «Los vecinos estamos hartos», dice el farmacéutico, que, por las dudas, no se queda quieto. Gurvich, de 46 años, llama cotidianamente a las distintas dependencias del Estado para denunciar las dificultades del tránsito. El lunes no fue la excepción y al mediodía advirtió en el 147 que el semáforo de la esquina no funcionaba. Dice que vio que lo fueron a arreglar, pero que continuó descompuesto. Cuando volvió a su casa, no chequeó. Pero este martes se encontró con lo peor: un muerto en esa esquina, aparentemente por el mal funcionamiento del semáforo.

«El tránsito en la zona es peligrosísimo», resume Gurvich en diálogo con Rosario Nuestro. El farmacéutico, experto en su zona, enumera cada una de las razones por las que la esquina de Lagos y Salta es fatal. «Primero, porque no tenemos educación ni cultura de bajar la pata»,  comienza. Y suma: hay dos escuelas en la zona, una para discapacitados, y allí mismo funciona el registro civil. Es decir: en la zona hay una circulación de personas y automóviles lo suficientemente alta para que el tránsito funcione acorde.

Pero el tránsito no está acomodado. Y hay más. «Está la bicisenda de calle Salta, que complicó todo, y casi no hay estacionamiento en la zona: el carril exclusivo lo sacó», remarca Gurvich.  Además, con la puesta en marcha del carril, muchas líneas de colectivo cambiaron de parada y muchas, como el 143, se fueron más de dos cuadras lejos. «Eso significa que hay más autos en la zona», explica el vecino.

El caos de la zona se manifiesta permanentemente y toma más visibilidad cuando los siniestros son fatales. Pero Gurvich asegura que los pequeños choques entre autos son permanentes. «Estamos todos hartos», dice respecto a los vecinos de la zona.

«Me llama la atención que ninguno haya tocado el freno»

La rutina del farmacéutico de Lagos y Salta se vio interrumpida este martes, cuando tuvo que declarar por la muerte de un motociclista en esa intersección. «No sabía nada al respecto, porque llegué a trabajar a las 6 de la mañana y ya había ocurrido». Todo cambió cuando se anotició de reclamo por el funcionamiento de los semáforos. «Otra vez se habían descompuesto el lunes. Vinieron arreglarlos al mediodía, pero siguió sin funcionar. Desde julio hago reclamos diarios al 147, porque los semáforos se descomponen. Nunca me dan bolilla. Ni ahí, ni en la GUM, ni en tránsito», remarca.

Gurvich declaró este martes por la tarde en Fiscalía y contó lo que sabía, hizo y percibe como vecino de la zona. «Lo que más me llamó la atención es que ninguno de los dos, por naturaleza, toque el freno, aunque sea que esté la luz verde».

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