A la falta de lugares de recarga de la Tarjeta Sin Contacto (TSC) los usuarios del transporte apelan a la solidaridad para poder viajar. Es cada día más frecuente que los ciudadanos se suban al colectivo y pregunten: “¿Alguien me presta un viaje?”.
Es así como se la rebuscan para poder subirse al colectivo a pesar de no tener carga. Vale aclarar que la TSC otorga dos viajes plus para cuando te quedás sin crédito en la misma. Sin embargo, ni eso alcanza para que muchos rosarinos no puedan cargar.
Hay puntos de recarga en la aplicación Movi para celulares que no existen más, otros que nunca tienen crédito y otros que, ya que pagan por anticipado, tienen poca carga y se les termina rápido. También se suman los problemas con los posnet y la demora en la reposición y hasta hay locales que quieren cobrar extra por el servicio.
Lo cierto es que desde el Municipio siguen buscando la vuelta para solucionar el conflicto. Hasta se puede recargar por Home Banking, aunque tarda hasta 48 horas en aplicar el crédito que le agregues por ese medio. Pero a la vez cada vez son más los que suben con el efectivo en su mano en búsqueda de un ser amable que les facilite su TSC.
Sin papel
Hubo sorpresas en los colectivos de la ciudad de Rosario: no solo la novedad fue el precio del boleto, sino que también los usuarios se encontraron con que las máquinas de lectura de la TSC no emiten más papel.
No se había hecho ese anuncio y hubo quejas de los ciudadanos que eligieron ese 2 de enero viaja en colectivo a pesar de la ola de calor. Los choferes tuvieron que explicar que no se imprimirá más el ticket del boleto ya que toda la información queda guardada en la TSC y no es necesario.
Además, se suma a una ordenanza que se aprobó en el Concejo Municipal que intenta ir hacia el Papel 0, y esto se suma a otras medidas en ese sentido como la digitalización de expedientes o las boletas virtuales de la Tasa General de Inmuebles (TGI) para quienes se adhieran al débito automático.
