Impensada, casi inexplicable, así podría definirse la derrota que Los Pumas sufrieron esta noche ante Australia en el estadio “Padre Martearena” de Salta, en el cierre del Rugby Championship 2018.
El equipo dirigido por Mario Ledesma jugó un primer tiempo casi perfecto, y se fue al descanso arriba en el marcador por 31-7, pero no regresó a jugar el complemento y los Wallabies se lo llevaron por delante para terminar llevándose el partido por 45-34.
En el que fue un buen torneo, Los Pumas dejaron una mala imagen en sus últimas dos presentaciones, mérito de los rivales, pero los errores cometidos por los jugadores argentinos influyeron demasiado, como quedó dicho, especialmente esta noche ante Australia.
Arranque a toda orquesta. Corte en mitad de cancha, Pablo Matera acelera a fondo, y termina su corrida dentro del ingoal australiano. Nicolás Sánchez acierta la conversión, y el partido se pone 7-0. Apenas habían transcurrido un minuto 44 segundos de partido.
La segunda imagen del partido tiene lugar dos minutos y medio después. Ataque de Australia. Tacle contra Reece Hodge. El australiano quiere pasar la pelota antes de caer al piso, pero se la entrega a Sánchez. El tucumano corre, la pone en las manos de Emiliano Bofeelli, y el fullback apoya en el ingoal. Conversión, y Los Pumas pasan a ganar.
Sorpresivo, ni el más entusiasta podía imaginar ese resultado en apenas 5 minutos de juego. Lejos de dormirse en los laureles los Pumas continuaron presionando la salida, llegando antes a cada contacto. El seleccionado argentino no sólo se imponía en el resultado y el juego, sino también en lo anímico.
Australia descuenta con un try de su capitán Michael Hooper, pero es un espejismo, Los Pumas siguen dominando, y para demostrarlo llegan los tries de Matías Orlando y Santiago González Iglesis, que reemplazó por lesión a Sánchez.
Suena la bocina. Termina el primer tiempo y Los Pumas ganan 31-7. Impensado, pero totalmente justificado después de lo sucedido en el campo de juego tras 40 minutos.
Lo “casi inexplicable” comienza a suceder en el arranque del segundo tiempo. Argentina se complicó la salida, Gonzalo Bertranoud quiere simplificar la salida con un kick, pero David Pocock bloquea el remate, la pelota le cae a Izack Rodda, quien anota el try.
A pesar de lo bueno que habían hecho en la primera parte y la ventaja en el marcador, Los Pumas sintieron el golpe, y comenzaron a entregarse. Se metieron en su campo, y no sólo no consiguieron la pelota, sino que continuaron cometiendo errores. Australia, liderada por Bernard Foley se lo haría pagar.
En los siguientes seis minutos Israel Folau y Dane Haylett-Petty volvieron a vulnerar el ingoal argentino, luego de dos fallidas salidas, y quedaron 3 puntos (31-28) abajo en el marcador.
Sin embargo tres minutos después del try de Haylett-Petty, Los Pumas tuvieron su última oportunidad de seguir en partido, a través del penal convertido por González Iglesias. Pero todo fue una ilusión. Los Wallabies continuaron jugando a fondo, con velocidad y precisión, mientras que Los Pumas se hundieron minuto a minuto.
Así como Australia se había quedado sin respuestas en el primer tiempo, ese rol le tocó a Los Pumas en el complemento, pero con una gran diferencia: los oceánicos fueron más contundentes cuando les tocó ser los dueños del trámite del juego.
