24°
viernes 29 de marzo del 2024

Los enanos de Leo

Central consiguió el tercer triunfo consecutivo, goleó a Olimpo y entregó el último sábado la mejor versión en la Superliga. Con ausencias obligadas, el entrenador confió en los chicos del club y éstos respondieron con fútbol y goles.

La primera experiencia de Leo Fernández como DT de Primera sigue acumulando factores positivos. A la ya reconocida efectividad (19 puntos sobre 24 con seis triunfos, un empate y una derrota, invicto en el Gigante con cuatro victorias sin recibir goles), ahora apareció el juego que se reclamaba. Si bien en su momento el entrenador había mostrado su disgusto ante las constantes «exigencias», nunca desconoció que las producciones futbolísticas no habían sido las esperadas.

Respaldado por los números, en la última fecha saldó con creces la deuda con el juego. De principio a fin, Central dominó las acciones y superó a un débil Olimpo. La mejor versión canalla en ofensiva expuso el desconcierto defensivo de un equipo que tiene futuro cercano de B Nacional.

Durante la transmisión del partido y a medida que los goles aparecían en la noche, el relator de Radio Mitre Rosario Leandro Novara entregó al pasar una frase que todavía resuena. «Le crecieron los enanos al ‘Gordo’ Leo», acotó en la vorágine de la narración para describir el dominio total de los juveniles de Central sobre un entregado Olimpo.

Esos enanos tienen nombre y apellido y fueron las apuestas de Fernández para reemplazar las piezas titulares que se cayeron por lesiones. Andrés Lioi fue la gran figura de la noche con los tres goles, Maxi Lovera jugó después de mucho tiempo como delantero y su gambeta fue la principal arma de desequilibrio para empezar de romper al rival mientras que Joel Lopez Pisano hizo su estreno como titular y dejó varias sutilezas que aventuran una zurda prometedora.

Todos jugadores del club, con un promedio de 20 años y un puñado de partidos en Primera. Todos «hijos futbolísticos» de un entrenador que transita con tranquilidad sus primeros meses en la élite deportiva. Y esto último no es un dato menor.

Para que crezcan los enanos, para que se luzcan y floreen frente a Olimpo, previamente hubo un DT que se animó a ponerlos. Sin Ruben, Herrera, Carrizo y Camacho, Leo Fernández recurrió a lo que más conoce y obtuvo el resultado deseado. El técnico de las inferiores encontró con los jugadores del club lo que le faltaba al primer equipo. Ahora, cuando empiezan a recuperarse los «titulares» y las opciones de multiplican, será el turno de que el entrenador resuelva los ya conocidos «lindos problemas» dentro del fútbol.

El futuro parece haber llegado a Arroyito. Las apariciones de Lioi, Lovera y López Pisano renuevan esperanzas en la cantera y entusiasman a propios y extraños. Lo más difícil ahora será sostener en el tiempo el nivel alcanzando frente a un rival de nula jerarquía. Habitualmente lo más complicado de conseguir para los juveniles que tocan la primera división es evitar la clásica «meseta» que en algún momento aparece. Los «enanos de Leo» ya mostraron condiciones para hacerlo, pero para eso será fundamental y esencial que el entrenador siga confiando en ellos.