Aunque para muchos el invierno signifique hibernar, son muchos otros los que disfrutan del aire libre y de la práctica del deporte. En lugar de temer la temporada del frío, es el momento de organizar unas vacaciones a la nieve para poder disfrutar al máximo de la naturaleza y para que nuestro cuerpo siga en movimiento.
Esquiar en la nieve no sólo mejora el estado físico general, sino que también repercute en el estado de ánimo, sueño y los hábitos alimentarios.
Entre el esquí de fondo y el esquí alpino encontramos beneficios reconocidos para la salud física y mental. Pero a pesar de ello, no ofrecen las mismas ventajas:
El esquí alpino: para esta clase de esquí se utilizan la mayoría de los músculos, sobre todo piernas además de abdominales y espalda. Nos proporciona mayor agilidad, equilibrio, coordinación, concentración o flexibilidad, entre otras. Este deporte permite aislarse y desconectar completamente de la monotonía diaria provocándonos adrenalina y un sentimiento de libertad y bienestar. Destacar también, que además, practicarlo lucha psicológicamente contra nuestros mayores temores como pueden ser la altitud, velocidad o emprender ciertos riesgos.
Esquí de fondo: al practicar esquí en pista se mejora el ritmo cardíaco y resistencia. Como no es un deporte violento permite trabajar la coordinación de movimientos y es ideal para desarrollar fuerza y quemar calorías. Es uno de los mejores deportes para liberarnos del estrés y luchar contra los problemas de sueño.
Es importante tener en cuenta que a pesar de sus beneficios hay que ir bien equipado a la montaña o a la pista de esquí para evitar lesiones.
Los beneficios principales
- Tonifica las piernas: debido a que el esquí te pone en una posición de cuclillas constante, se trabajan los muslos internos y externos, los isquiotibiales, cuádriceps y glúteos. Además, fortalece las rodillas y las articulaciones para la salud a largo plazo, la prevención del daño de la rodilla y la osteoporosis. Con el fin de evitar lesiones y maximizar el tiempo en la montaña, es vital estirar antes y después de esquiar.
- Desarrolla la agilidad: desafía el equilibrio y agilidad, lo que ayuda a defenderse de resbalones y caídas.
- Salud cardiovascular: la combinación de gran altitud y un ritmo cardíaco elevado mejoran la salud del sistema cardiovascular. Con un ritmo cardíaco elevado, el cuerpo va a tener un aumento en la circulación sanguínea, lo que hará que los músculos traigan más sangre y oxígeno, lo que permite que los músculos se expandan y se quemen más calorías a un ritmo más rápido. En promedio, durante el esquí se queman más de 400 calorías por hora.