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martes 23 de abril del 2024

Los bares celebraron su regreso: »La gente lentamente vuelve a salir, fue una apertura tranquila”

Así afirmó Alejandro Pastore, referente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Rosario (Aeghar). Luego de tres semanas sin poder recibir a sus comensales, los locales gastronómicos de Pichincha, Pellegrini, Oroño, Puerto Norte y el resto de la ciudad volvieron a abrirles sus puertas.

Luego de tres semanas sin poder recibir a sus comensales, los locales gastronómicos de Pichincha, Pellegrini, Oroño, Puerto Norte y el resto de la ciudad volvieron a abrirles sus puertas.

Los mismos estuvieron trabajando solo con delivery o bajo la modalidad de take away durante este tiempo y muchos de ellos tuvieron que cerrar sus puertas.

Las mesas de los bares comenzaron a ocuparse desde temprano y este domingo ya se vieron muchas personas desayunando en las terrazas y veredas.

“La gente lentamente vuelve a salir. Fue una apertura tranquila”, evaluó Alejandro Pastore integrante de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Rosario (Aeghar).

Los bares y restaurantes trabajaron arduamente para cumplir con las exigencias de esta nueva etapa. En los locales, las mesas estaban distanciadas, había alcohol diluido, y el personal se desempeñaba con tapabocas. Muchos ofrecieron descuentos a aquellas personas que llegaban en taxi, ya que está prohibido el traslado hasta los comercios en vehículo particular a partir de las 20 horas.

Las promociones de “2 x 1” en cervezas se repitió en la mayoría de los bares de Pellegrini.

Claramente, los rosarinos prefirieron las mesas al aire libre. “La gente vino con muy buena onda por la apertura y creo que de a poco se van a volver a recuperar estos espacios de socialización”, reflexionó Pastore.

Pellegrini mostró todos sus locales con las mesas afuera y no hubo uno que estuviera vacío.

Por su parte, bulevar Oroño se llenó de gente caminando por el cantero central, la mayoría con el barbijo reglamentario. En los bares de esa zona, también se vio gente que aprovechó a salir a “tomar algo”. Si bien algunos locales tenían más clientes, otros se mostraron trabajando a pleno.

En Pichincha, algunos establecimientos se empezaron a llenar desde el mediodía. Principalmente en la zona de Oroño y Jujuy la gente se congregó a tomar cervezas a la tardecita, animada por el buen clima.

Mientras esto sucedía en los bares cerca del río no faltaron grupos de jóvenes sentados y compartiendo un rato de la tarde.

Cabe recordar que esos encuentros siguen prohibidos, y que el gobierno santafesino permitió el funcionamiento de los negocios gastronómicos con una ocupación máxima del 30 por ciento dentro del espacio cerrado, y un distanciamiento mínimo de dos metros entre mesas, además de ingresos y ventanas abiertos. A su vez, las mesas en los espacios abiertos como veredas, patios o terrazas debían mantener un distanciamiento de 1,5 metro entre cada una.