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jueves 25 de abril del 2024

Llop no encuentra el rumbo y la paciencia se agota

El último encuentro de los leprosos en Liniers ante Vélez dejó muchas más dudas que certezas, el equipo fue altamente superado por un rival plagado de jugadores que han surgido de las divisiones inferiores. El mismo DT en conferencia de prensa dejó el optimismo de lado y reconoció que fue el peor partido de la Superliga.

En la previa de este partido, dábamos a entender que el técnico volvía a las bases de los primeros encuentros. Sarmiento regresaba al primer equipo tras dejar atrás una lesión, Guevgeozián (también se había recuperado de una distensión) hacía lo propio en reemplazo del portugués Leal y Fértoli también aparecía en la formación inicial. El once que se vio en cancha, era idéntico al que había jugado con Godoy Cruz por Copa Argentina, teniendo una buena producción pese al resultado final.

Sin embargo, Newell´s mostró una pálida y apática imagen en la tarde del José Amalfitani. Vélez lo superó en todas las líneas, tanto en ataque, como defensivamente.

Además, hubieron varios rendimientos individuales bajos. Bruno Bianchi, que venía siendo el jugador más regular en lo que iba de la temporada, no tuvo el mejor partido y la pasó mal a la hora de marcar al goleador Maxi Romero.

En la mitad de cancha, el doble cinco compuesto por Elías y Leyes no funcionó por tener características similares. Quedaban siempre lejos de la jugada y el equipo local se adueñó totalmente del mediocampo.

En ofensiva, Sarmiento mostró por qué no está al cien por ciento desde la parte física (lo manifestó en conferencia), Torres no estuvo a la altura al igual que Fértoli y el uruguayo Guevgeozián quedó en soledad ya que la pelota no le llegaba por el funcionamiento colectivo.

Mas allá que Llop mandó a la cancha a Cabrera y Fértoli en el inicio del segundo tiempo, Newell’s nunca pudo encontrarle la vuelta al partido y como destacado se puede mencionar un remate a quemarropa de José San Román que tapó bien Alan Aguerre.

Con respecto al campeonato, la Lepra sacó cinco de 18. Un número que el entrenador no imaginaba al comienzo, y luego del encuentro ante el Fortín, Llop se fue preocupado por la pálida imagen que mostraron sus dirigidos.

En un marco desfavorable desde lo institucional en el que hoy está envuelto, en corto o largo plazo comienza a influir en el seno de un plantel profesional. La paciencia en el mundo leproso comienza a agotarse por los constantes problemas que se presentan día a día.

En 15 días, Newell’s enfrentará a Chacarita en su cancha y ante su gente. El Chocho tendrá el tiempo suficiente para diagramar el equipo (Rivero volverá luego de la suspensión) y para tratar de darle un mejor funcionamiento más allá de los nombres propios que estén en cancha.

A pesar que el DT leproso sólo lleva siete partidos al mando del primer equipo (ganó uno, empató dos y perdió cuatro), lamentablemente en el fútbol argentino los resultados mandan. La cosecha es pobre y desde afuera se ve un equipo que no tiene respuestas ante situaciones adversas.