Una verdadera pesadilla. Eso fue para Newell’s y Central la Superliga que acaba de finalizar. Campañas para el olvido lejos de objetivos importantes, que sólo sirvieron para adelgazar sus promedios y tener que pelear por permanecer en la categoría en la próxima temporada.
Muchas veces, sobre todo en el fútbol, las estadísticas no reflejan a ciencia cierta lo que pasa en el campo de juego. Sin embargo, varios de los ítems que refleja Data Factory, explican claramente estos pobres desempeños.
Los que fueron dirigidos por Edgardo Bauza, Paulo Ferrari y Diego Cocca quedaron entre los últimos en varios de los aspectos estadísticos, mientras que los que tuvieron como entrenadores a Omar De Felippe y Héctor Bidoglio no se destacaron en ninguno.
Con apenas 16 tantos anotados, el Canalla tuvo una de las peores marcas, igualada por Belgrano y apenas por encima de Argentinos, que sólo marcó 15. Los jugadores de la Lepra gritaron en 26 ocasiones, con lo que supera por décimas el gol por partido.
Ahora bien, ¿cómo convertir goles si no hay precisión en el manejo de la pelota? Eso también queda reflejado en los fríos números. En cuanto a pases correctos, no fue tan malo lo de ambos equipos, aunque hay que ver en qué sector del campo de juego se concretaron de forma ideal esas entregas. Lo representativo es que Newell’s fue 13ro y Central 20mo en los incorrectos, conexiones entre sus propios futbolistas que fallaron. Una constante.
Un dato llamativo es que, al parecer, rojinegros y auriazules fueron equipos de segundos tiempos. La suma en los primeros 45 minutos fue pobre, como la de la tabla real, pero si sólo se hubiera contabilizado la imaginaria de los complementos, la campaña de ambos sería de clasificación a Copa Sudamericana. Newell’s 6to con 38 puntos y Central 10mo con 34 unidades.
Central se subió a un podio insólito
En el marco de un torneo de números flojísimos en casi todos los aspectos, en un ítem los de Arroyito se mezclaron entre los mejores. En cuanto a recuperaciones de pelota quedó tercero en la tabla total y en la que promedia por partido jugado (16,7 recuperos para el Canalla), en ambos casos detrás de Boca y San Lorenzo. Claramente, en lo que falló el equipo fue en qué hacer cuando tomaba el control del balón, lo cual se vio reflejado en las estadísticas anteriores.
Con respecto a la comparación entre los dos conjuntos rosarinos durante la Superliga, los leprosos tuvieron levemente mejores números en los aspectos principales y quizás allí se explique la diferencia de tres puntos (29 contra 26) que sacaron en la tabla final de la Superliga.
