Las amenazas mediante ataques armados son una constante. Es una práctica que durante el último año se hizo común en las periferias de la ciudad, pero se visibilizó en los últimos dos meses cuando los blancos de estos tiroteos pasaron a ser empleados y edificios del poder judicial.
Las balaceras de cada día sumaron tres nuevos episodios en la ciudad en la noche del jueves. En Viamonte 42 Bis, Jorge F. de 37 años declaró haber oído dos disparos, alrededor de las 20.30. Cuando salió de su vivienda dio cuenta que en la puerta había dos detonaciones de arma de fuego contra la misma. Otros testimonios aportaron que los ataques se produjeron desde un Fiat Palio color negro, con ocupantes no identificados.
Por otro lado, en Dorrego al 3800 se encontraron dos vainas servidas y se habrían efectuado 10 disparos de arma de fuego, impactando en la fachada de un inmueble y tres autos que se encontraban estacionados. Hay toma de declaraciones y se están requisando las cámaras.
El último de los hechos ocurrió en Mamboretá al 1300 Bis, a las 23.55, donde se efectuaron tres disparos de arma de fuego contra un inmueble. La moradora Evelyn A. manifestó desconocer los motivos de la balacera. Según testimonios, las responsables serían dos mujeres que se trasladaban en motocicleta.
En todos los hechos interviene el Gabinete Criminalístico, la PDI (Policía de Investigaciones) y la fiscal de Flagrancia en turno Dra. Ana Julia Milic. Además, se consulta con las víctimas si requieren custodia o rondas policiales.
