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miercoles 24 de abril del 2024

La lluvia amenaza las tareas de búsqueda de los 870 desaparecidos en los incendios de California

Las lluvias han llegado tarde y a destiempo en el norte de California. Una semana después del incendio más destructivo de la historia del Estado, con un balance de 84 muertos y 870 desaparecidos, el parte meteorólógico anuncia unas inoportunas tormentas que podrían complicar aún más las tareas de búsqueda y rescate.

El temor es que se inunden las ruinas de las estructuras quemadas y que se lleven por delante restos humanos de esa lista interminable de desaparecidos. Durante días, los equipos de rescate han estado removiendo escombros, buscando debajo de vigas derrumbadas, de colchones, de cualquier cosa que pudiera esconder una evidencia o incluso un cadáver para ir reduciendo una lista de desaparecidos que llegó a alcanzar las 1.000 personas.

Esos 84 muertos hasta la fecha ya constituyen, de lejos, el incendio más letal en la historia de California, que además tuvo que lidiar con otro gran foco al sur al mismo tiempo, en la zona de Malibú, donde fallecieron otras dos personas y se perdieron cientos de casas, algunas valoradas en millones de dólares.

Pero el verdadero drama prosigue en Paradise, la pequeña localidad que ha quedado arrasada en un 80% por las llamas. La ausencia de lluvias en los últimos meses y los fuertes vientos ayudaron a propagar el fuego a gran velocidad. Muchos se vieron rodeados por el incendio en su intento de evacuar la zona.

Otros perdieron la vida dentro de sus coches, abocados a una muerte espeluznante. Deborah Laughlin no ha sabido nada de su hijo y su nuera embarazada desde hace dos semanas, justo después de evacuar su casa en Magalia. La falta de noticias le hace temer lo peor. «Por favor no me diga que ha muerto», le dijo al ‘Los Angeles Times’ entre lágrimas, sin perder la esperanza de poder volver a verlos.

El pronóstico es de lluvias intensas en la zona de Sacramento del jueves al sábado. Aún se desconoce qué cantidad del área arrasada se ha podido revisar tras el incendio, pero el tamaño es superior al de la ciudad de San José, más de mil kilómetros cuadrados. La tragedia, dicen, es de proporciones bíblicas.

Fuente: El Mundo.