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martes 14 de mayo del 2024

La incansable labor solidaria de El Torito, el club que vio nacer a Di María

Germán Ángel pormenorizó en la tarea de contención que realiza la organización, que lleva la igualdad y la inclusión social como bandera.

Rosario fue protagonista en la Copa América. No solo por haber visto nacer al mejor jugador del mundo, Lionel Messi, sino, además, al que hizo el gol que le dio al seleccionado el pasaje al título. Se trata de Ángel Di María, canalla de pura cepa, que vivió toda su infancia en la zona noroeste. «Nacer en la Perdriel fue y será lo mejor que me pasó en la vida», tiene tatuado Fideo en su brazo derecho. La Perderiel es la cuadra donde jugaba a la pelota, en un terreno al lado de su casa.

Pero también Angelito despuntaba el vicio en El Torito, el club emplazado en Parque Field, que pintó un mural en su honor y hoy se enorgullece de su hijo pródigo. Antes de la final, el mural se convirtió en una especie de santuario, donde los vecinos acercaban velas y ofrendas a «San Fideo».

«Acá en el club esperábamos ese gol. Este mural no lo hicimos por esto, lo hicimos hace dos años. Apoyamos a Fideo hace rato», expresó Germán Ángel, presidente de la institución a CNN Radio Rosario, que se emociona cuando recuerda los «rezos» y agradecimientos de los residentes del barrio frente al rostro gigante de Angelito inmortalizado en el lugar.

El titular de El Torito contó que junto con su hermana y una de las trabajadores de la entidad le armaron un video-homenaje a Di María en la previa del partido frente a Brasil. «Se lo mandamos con el papá, que es con el que más tengo relación. Le gustó mucho a Angelito y lo puso en el grupo (de Whatsapp) de la familia. Para nosotros es fundamental que le llegue el mensaje a él», reconoció.

Pero El Torito no se agota en el rey de la final de la Copa América. El establecimiento lleva adelante una incansable tarea de contención social, que incluyó, en palabras de su máximo directivo, la detección de situaciones de violencia y hasta de problemas nutricionales en los niños que allí asisten.

«Tenemos un comedor. Somos el primer club a nivel nacional que tiene ese comedor y aportamos ese granito de arena para todos los vecinos. Hacemos una olla gigante y abastecemos a 800 900 personas todos los viernes. Trabajamos con muchas ganas. Tenemos 300 chicos y ciento y pico en espera para entrar al club», relató Germán Ángel.

Asimismo, la organización trabaja con profesores de educación física, psicólogos deportivos y nutricionistas para la inclusión y desarrollo de los chicos. «En el club de barrio se ve la realidad del chico; lo que le falta o lo que no, las herramientas que tiene. Nosotros tenemos que trabajar con esas herramientas para que los chicos el día de mañana puedan ser Di María o Messi. Los tenemos que preparar en deporte, en educación para que cuando vayan a otros clubes nos representen de la mejor manera», destacó.

Sobre el final de la entrevista, el presidente resaltó la importancia de la igualdad como valor supremo en El Torito. «Siempre les remarco a los profes la importancia de que ningún chico sea más que otro, que uno no tenga más que otro, que sientan que son un equipo. Por eso jodo con lo social, más allá del fútbol, que crezcan todos a la par», cerró el presidente.

Todo eso convierte a El Torito, en mucho más que el predio en el que Di María dio sus primeros pasos. El club de Parque Field es amor al deporte, pero también solidaridad, unión y empatía.