Este fin de semana Elliot Sudal estaba en Sanibel, Florida. Haciendo lo que mejor sabe hacer: cazando criaturas marinas para su investigación. Una vez que las tiene bajo control, les coloca un chip subcutáneo y las vuelve a liberar al mar. Una y otra vez.
Este domingo Sudal logró pescar un inmenso tiburón martillo de 3,6 metros. Majestuoso. Imponente. Un ejemplar único. Como suele hacer con sus presas, se tomó una fotografía junto al animal y parte de su equipo. Sonriendo.
«¿Tiburón? ¿Qué tiburón?«, preguntó irónica Kari Koehler-Cordisco en el muro de Facebook de Sanibel Captiva Island. Stephana Boles: «¡Me distraje y tengo 70!«.
Los comentarios son todos por el estilo. Otros, en cambio, reprochan la actividad del científico porque creen que se daña a los animales que él caza y devuelve al océano. El trabajo hecho por Sudal, en cambio, permite tener información continua sobre los ejemplares que son tagueados, siguiéndoles el rastro y conociendo minuto a minuto qué es lo que hacen y conservar cada especie.
Fuente: Infobae