La detención de Claudio Tavella, histórico abogado de Esteban Lindor Alvarado, acusado de pertenecer a la asociación ilícita liderada por el presunto narcotraficante, sacó a relucir la discusión por los límites del asesoramiento legal. Para el penalista Gustavo Feldman, «se pretende instalar un falso debate» que busca estigmatizar la actividad profesional de los defensores.
«Se pretende instalar un falso debate de hasta dónde corresponde que el abogado cumpla con su función», afirmó Feldman al aire de Radio Mitre Rosario. En ese sentido, explicó: “Siempre y cuando el asesoramiento que un abogado le da a un cliente -aunque el cliente le confiese incluso la perpetración de un delito- sea ex post facto, es decir, después que el cliente hizo lo que hizo; eso jamás podrá constituir una conducta irregular y muchísimo menos un delito”.
Feldman puso el énfasis en la cuestión temporal. Aclaró que es «absolutamente irrelevante» que un profesional asesore a una persona «durante 10, 15 o 20 años», en tanto y cuanto los términos de la relación sean los descritos más arriba. Para él, las argumentaciones que giran en torno al tiempo- más de quince años- durante el cual Tavella defendió a Alvarado son incriminatorias. «Esas inquisiciones de porque durante mucho tiempo tal o cual abogado asesora a un cliente que a lo largo de los años puede perpetrar o no algún delito, es una construcción artificiosa para incriminar la mera actividad», remarcó.
Así las cosas, el letrado profundizó: «Si un tipo viene un día y me dice ‘doctor yo contrabandeé’ y yo lo asesoro y hasta lo defiendo porque lo imputan judicialmente, eso no puedo constituir nunca un delito», ejemplificó e insistió: «Si a la semana me cuenta ‘volví a hacer esto’ y yo lo asesoro al respecto, eso jamás puede constituir un delito». En tanto, contrastó: «Ahora, si otro cliente me pregunta ‘doctor, cómo hago para contrabandear esto y salir impune’ ahí es otra la situación porque, en ese caso, hay una participación».
Por otra parte, explicó que «tampoco puede considerarse una posición irregular del abogado cuando asesora a un cliente respecto de un negocio jurídico legal». Al respecto, sostuvo que no puede atribuirse una conducta ilícita a un letrado que, por ejemplo, asesora a una persona para comprar y prendar un auto, pero luego ese cliente utiliza el vehículo de manera ilegal.
Creer o reventar
A su vez, destacó que las audiencias en el sistema judicial penal actual «son meramente argumentativas» dado que ninguna de las partes expone pruebas sino que se remiten a presentar argumentos. Se trata de «convencer al juez», subrayó y puntualizó que en el caso de la detención de Tavella «la jueza actuante decidió creerle más a la fiscalía que a la defensa. Ocurre infinidad de veces que una imputación con varios hechos cuando llega a la instancia oral se reduce sustancialmente».
La procedencia de los honorarios, un discurso estigmatizante
«Me parece un discurso ramplón, estigmatizante poner sobre el tapete que hay abogados que cobran mucho o que hay abogados que le cobran los honorarios a los clientes que muy probablemente hayan obtenido el dinero de la perpetración de un delito», consideró el penalista y comparó: «Eso es como echarle la culpa al sepulturero porque gana plata cuando alguien se muere».
