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miercoles 01 de mayo del 2024

La conmovedora lucha de una abuela rosarina para que su nieto vuelva a escuchar

David González Risso tiene 4 años, vive en La Plata y padece hipoacusia bilateral profunda, una enfermedad que le impide escuchar y hablar. Su abuela, Ana Buschiazzo, es de Rosario y emprendió una campaña para visibilizar la problemática de su nieto y lograr que la obra social Ioma le cubra un implante coclear, una operación que le permitiría volver a oír. La prepaga denegó el pedido, pese a un amparo judicial presentado por la familia. En contacto con el  periodista Andrés Cánepa para el programa El Puente de Radio Mitre Rosario, reveló detalles de la conmovedora lucha codo a codo con David para que pueda recuperar la audición.

Ana sólo tiene una meta: que David le diga abuela, escucharlo hablar. Así es como empezó su relato. «David nació perfecto, tuvo un buen desarrollo. Su última audiometría al año y medio le daba bien», contó. Después, por razones que la medicina aún no puede explicar, dejó de escuchar. Fue de especialista en especialista hasta que le diagnosticaron autismo erróneamente. «Lo primero que hay que hacer antes de diagnosticar autismo es saber si el chico escucha», sentenció, crítica con el enfoque de algunos médicos que evadieron la realización de estudios básicos para determinar qué tenía el nene.

Más adelante, apuntó directamente contra la obra social Ioma por negarse a cubrirle un implante bilateral, algo que David necesita imperiosamente para recuperar la audición. «Ioma entiende que con un oído David puede tener una vida normal», un punto que se contradice con lo que dicen los profesionales en el área. «Si uno va a cruzar una calle y le tocan bocina solamente puede saber de dónde viene ese sonido si tiene los dos oídos sanos», argumentó y expresó: «Lo que necesitamos es que Ioma entienda que tiene (David) los dos oídos mal».

La operación que David precisa es novedosa y cara. El objetivos es reactivar las glándulas cocleares, encargadas de la audición. En el mundo no llegan a medio millón las personas implantadas. Afortunadamente, el procedimiento no es invasivo, pero hay que ser paciente para ver los resultados, que llevan años. «No es que porque tenga 4 años su cerebro procese la información más rápido. Hay que esperar todo el tiempo que un bebé tarda en decir su primer palabra» para que dé sus frutos, comentó.

Ana aclara que el momento para practicar la intervención es ahora. El tiempo corre y pisa los talones.»Estamos muy en el borde, en el momento de presionar porque si Ioma acepta el amparo judicial (que presentó la familia) van a tardar dos años en dárselo (al implante)».

Sobre el final de la charla, Ana cuenta que se puede firmar una solicitud para que Ioma acceda a la cobertura en Change.org y se destrabe el conflicto para que David, dentro de unos años, le pueda decir «abuela», su más poderoso deseo.

Se puede firmar la petición en este link:

https://www.change.org/p/ioma-ioma-mi-hijito-de-4-a%C3%B1os-necesita-implantes-bicocleares-urgente