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viernes 19 de abril del 2024

La cartonera que ganó en «¿Quién quiere ser millonario?» volvió a trabajar en la calle

Emilse Martínez tiene 24 años. Hace una semana participó del programa que conduce Santiago del Moro por Telefe.

Emilse Martínez conmovió a todos con su historia de vida en ¿Quién quiere ser millonario?, el programa que conduce Santiago del Moro por Telefe. La joven tiene 24 años y es cartonera. Hace diez días estuvo en el concurso de preguntas y respuestas y ganó 300 mil pesos. Pero las cámaras y las luces del estudio de televisión se apagaron y Emilse volvió a trabajar en la calle.

Emilse recorre por las noches la zona de Caballito. Recolecta material reciclable hasta llegar, por lo menos, al peso mínimo que le exigen en la Cooperadora: 50 kilos (Lihue Althabe)

En diálogo con Infobae, Emilse Martínez dio detalles de su dura realidad, que atraviesa con una sonrisa. «Salgo de mi casa a eso de las tres de la tarde. Me tomo el colectivo hasta la estación de Moreno y ahí, el tren hasta Caballito. Viajo con mi mamá, que recorre unas cuadras por acá cerca y con mi hermana Tamara, que trabaja conmigo por un tema de seguridad. También vienen por la zona mis hermanos Walter y Lucas. A eso de las cinco llego al predio de la Cooperativa Recuperadores Urbanos del Oeste», describió.

En la Cooperativa le dan el uniforme y tiene guardado su carro, en el que recoge cartones, vidrios y material reciclable. «Allí firmo, me cambio, busco mi carrito, lo preparo con el bolsón y arranco. Hago el recorrido que va por Yerbal, Rojas, Cachimayo, a veces Rivadavia y vuelvo hasta el predio a las siete u ocho de la noche. Junto la cantidad mínima de 50 kilos que me pide la cooperativa. Los lunes, después del fin de semana, suele haber más material. Los miércoles y viernes, también. En el predio lo pesan, me entregan una boleta, doy mi presente, me cambio, me higienizo y llego a mi casa dos horas más tarde», contó.

Sobre fin de mes cobra «un incentivo de 13.000 pesos por hacer el trabajo», comentó y se explayó: «Si no voy, se me descuenta el día, a no ser que esté enferma. Saco un promedio de 2.000 pesos por mes en recolección. Hay compañeros que sacan más, pero porque salen tres veces en un día».

Tras ser consultada acerca de por qué regresó a cartonear después de ganar 300 mil pesos en el ciclo de Telefe, argumentó: «Porque la plata que gané es para terminar mi casa, que es muy precaria. Yo tengo que cumplir y venir a trabajar. Aprendí a hacer esto hace diez años y soy cumplidora. Además, estoy estudiando enfermería, pero mientras tanto, tengo que venir a laburar. Esa plata me va a ayudar a cambiar parte de mi vida, quizás abrir la pizzería con mi marido, pero hay que seguir trabajando… Así crecí: siempre trabajando».

La trabajadora, que es madre de una nena, puntualizó en los códigos que aprendió a lo largo de su historia. «Por ahí un tiempo perdés alguno (código), pero después lo recuperás… O no. Cuando tuve a mi hija perdí un supermercado. He discutido con hombres, pero también con mujeres por este tema».

Además, puso el foco sobre las leyes de la calle, algo que sólo se aprende transitándola. «La cosa es así: si te enterás que un compañero no está yendo más a un edificio o negocio lo hablás con tu ‘RG’ en el predio, que es el que te asigna los lugares y tu referente. Él se encarga de chequear si tu compañero consiguió otro trabajo, está enfermo o lo que fuera y te autoriza o no a hacerlo. Todo se habla».

Desde hace diez años, cuando recién había cumplido catorce, Emilse comenzó a recoletar cartones para ayudar a su familia. “Tuve que dejar la escuela, que me gustaba mucho… Lloré un montón”, cuenta

En ese sentido, relató episodios desagradables que vivió mientras trabajaba con su carro. Emilse dijo que la agreden a diario cuando desarrolla sus tareas para sobrevivir, pero no contesta. «A mi hermana una vez le rompieron el tabique. Otra vez, un señor se había enojado porque le molestaba el carrito. Me dijo que revolver la basura no era un trabajo. Le expliqué que sí lo es y que le hace bien al medioambiente. No me avergüenzo. Vergüenza es robar. Y por ahí otros no me pegan pero me discriminan. Creen que soy la que deja la basura desparramada. Es al revés», reveló.

La mujer aseguró que la gente «desperdidicia comida» y eso se nota en los contenedores que revisa. «No se puede comer. En una época pasé mucha necesidad y tuve que comer cosas que sacaba de la basura», afirmó al tiempo que aseveró que su madre empezó a juntar cartones en 2001, en plena crisis económica, cuando la actividad se visibilizó más que nunca en el país.

A los 19 se propuso terminar el secundario. Hoy estudia viernes y sábado para ser enfermera

Emilse empezó a trabajar a los 14 años, cuando debió dejar la escuela que le «gustaba mucho, sobre todo geografía». Después a los 19 retomó y logró terminar. «No logré mucho en mi corta vida, pero puedo estar feliz por lo que sí alcancé. Aprendí de buenos maestros. Y de un tío, que murió y estuvo en la delincuencia. Me dijo todo lo que no hay que hacer. Mis papás me enseñaron que con respeto podés llegar a cualquier lado… por más que seas pobre. Ellos no eran perfectos, pero nos inculcaron valores», reflexionó la joven.

Lo cierto es que a esta joven que es la sexta de ocho hermanos, la vida le enseñó a seguir adelante pese a las adversidades y a llevar el trabajo y el esfuerzo como bandera.