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viernes 29 de marzo del 2024

La anestesista desmintió al endoscopista: «Pensé que iba a decir la verdad»

En la última audiencia previa a los alegatos, Nélida Inés Puente dijo que le mostró a su colega el abdomen hinchado de la periodista y que éste respondió que el equipo no estaba aspirando.

La anestesista Nélida Inés Puente se mostró este jueves «indignada» con el endoscopista Diego Bialolenkier, a quien acusó de no «decir la verdad» en el juicio en el que ambos aparecen imputados por el «homicidio culposo» de la periodista y legisladora Débora Pérez Volpin.

Puente amplió hoy su declaración para refutar la versión que el médico brindó el lunes último sobre los hechos ocurridos el 6 de febrero de 2018 en un quirófano del Sanatorio de la Trinidad de Palermo y que culminaron con la muerte de Pérez Volpin.

«Estoy indignada por las declaraciones de mi colega. Yo pensé que él iba a decir la verdad y por eso no conté un detalle: cuando escucho la alarma del monitor pensé que Débora había agarrado el dedal, toqué el abdomen, lo vi duro, la destapé, y al ver el abdomen enorme dije: ‘Diego, mirá’. Diego giró la cabeza y vio el abdomen de Débora, yo pensando que todo ese aire estaba en el tubo. Él me dijo ‘esto no aspira’ y le grité: ‘si no aspira, sacá, sacá'», relató Puente frente al tribunal.

Y agregó: «Él me ayudó a sacar el mordillo de la boca de Débora junto con la instrumentadora y ambos me ayudaron a darla vuelta, y de eso no se acuerdan». De esa manera retrucó los dichos de Bialolenkier, quien durante su declaración afirmó que «todo funcionaba correctamente; si el equipo no funciona, el estudio no se hace». La anestesista pidió ampliar su declaración y el juez del Tribunal Oral en lo Criminal 8, Javier Anzoategui, dio lugar a la solicitud en la anteúltima jornada del juicio.

Mañana será el turno de los alegatos de las partes y posteriormente se conocerá el fallo en el juicio. El abogado de Puente, Eduardo Gerome, confirmó que su clienta está «completamente indignada por lo que había dicho el endoscopista, porque no era la verdad de lo que había pasado en el quirófano».
El letrado dijo que Puente le contó «que cuando ella paró el procedimiento, porque advirtió que estaba muy hinchada la paciente, y tenía esos problemas de saturación, el endoscopista lo supo perfectamente».

«Él le ayudó a sacar el mordillo de la boca, por lo cual vio perfectamente bien la hinchazón que tenía en los párpados, y en el labio», resaltó el abogado.