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viernes 03 de mayo del 2024

La alimentación en el verano

Durante el verano, con las altas temperaturas, aumentan las probabilidades de padecer deshidratación y algunas enfermedades.

El Ministerio de Salud de la Nación advierte que “especialmente los bebés, niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, son más propensos a sufrir cuadros como intoxicaciones, diarreas y el SUH (Síndrome urémico hemolítico)”.

 Consejos útiles

  • Usar agua potable para beber, cocinar, lavar platos y utensilios. Si no es potable, hervirla entre 2 y 3 minutos, o agregarle 2 gotas de lavandina por cada litro de agua, media hora antes de usarla.
  • Lavar muy bien las frutas y verduras con agua potable, aunque sea para comerlas peladas o cocidas. Guardar los huevos en la heladera y consumirlos preferentemente cocidos.
  • Cocinar bien la carne, especialmente la carne picada, hasta que no quede rosada en su interior.
  • Separar los alimentos crudos de los cocidos. No usar la misma tabla de picar o los mismos utensilios, sin lavarlos antes.
  • Mantener los baños limpios y la basura lejos de los alimentos y de los niños.
  • Descongelar los alimentos dentro de la heladera (y no a temperatura ambiente). Nunca volver a congelar un alimento que fue descongelado. Mantener refrigerados los alimentos frescos, sin cortar la cadena de frío.
  • Las manos, siempre limpias. Lavárselas bien con agua y jabón, al regresar de la calle, después de ir al baño, antes y después de cambiar los pañales al bebé, y antes y después de cocinar, entre otras actividades.

Manipulación de alimentos y cadena de frío

La correcta manipulación de los alimentos es una importante medida de prevención del síndrome urémico hemolítico y enfermedades diarreicas.

Para que el agua sea considerada “segura”, ésta no debe tener ni olor ni color y debe haber recibido algún tratamiento de purificación.

  • Utilizar agua segura para lavar las frutas y vegetales, y para preparar los alimentos.
  • Separar carnes y pescados crudos del resto de alimentos
  • Separar siempre los alimentos crudos (especialmente las carnes y el pescado) de los alimentos cocidos.
  • Guardarlos separados en recipientes limpios y con tapa.
  • Utilizar diferentes utensilios para preparar alimentos crudos y cocidos (tabla, cuchillo, tenedor, etc.).
  • Cocinar los alimentos completamente.
  • Cocinar las carnes, el pollo, los huevos y el pescado hasta que estén bien cocidos.
  • En el caso de la carne (vaca y cerdo) y el pollo, cocinarlos hasta que la parte interior no se vea rosada.
  • Recalentar la comida hasta que esté bien caliente o hirviendo (por los menos durante 5 minutos).
  • Mantener los alimentos a temperaturas seguras (Bien fríos o bien calientes)
  • No dejar alimentos cocidos a temperatura ambiente por más de 2 horas.
  • Mantener la comida bien caliente (hirviendo) hasta el momento de servirla.
  • Mantener la leche, el queso y los alimentos perecederos refrigerados.