Desde hace años el fútbol brasileño se muestra como el más fuerte en cuanto a poderío económico en Sudamérica, aunque los representantes argentinos pudieron sobreponerse a eso, ser competitivos, dar pelea y hasta llevarse varios títulos. Todo eso hasta esta última edición tanto de la Copa Libertadores como de la Sudamericana, donde en los duelos de eliminación directa hubo una abrumadora superioridad de los conjuntos del vecino país.
Se disputaron seis series entre los dos torneos internacionales, cuatro en octavos de final y dos en instancia de cuartos de final. El saldo no solo arrojó que ningún equipo albiceleste logró superar la fase, por lo que en semifinales ya no quedan conjuntos nacionales, sino que además no hubo siquiera un triunfo en 12 partidos jugados.
En la Libertadores, por los octavos de final, el que más peleó su instancia y quedó eliminado con polémica incluida con goles anulados a instancias del VAR tanto en la ida como en la vuelta fue Boca, que en definitiva empató ambos encuentros ante Atlético Mineiro y en la definición desde los doce pasos se despidió.
Distinta fue la situación de Racing, que pese a traerse un valioso 1-1 de su visita a Sao Paulo, cayó 3-1 en Avellaneda y culminó su ilusión copera. Ni hablar lo que pasó con Defensa y Justicia, el vigente campeón de la Sudamericana, que pese a sus muy buenas intenciones de juego no pudo frente al multimillonario Flamengo, que le ganó 1-0 en Florencio Varela con lo justo, pero lo apabulló en Río de Janeiro con un contundente 4-1.
Ya en cuartos de final del certamen más importante, en el que solamente quedó River, los de Marcelo Gallardo no fueron efectivos en la ida y perdieron 1-0 contra Atlético Mineiro en el Monumental. En la revancha en Belo Horizonte salieron con todo en busca de otra hazaña como las que tuvo en varias ocasiones el ciclo, pero dejó enormes huecos que aprovechó el elenco brasileño que lo aplastó 3-0.
Con respecto a la Sudamericana, en 0ctavos Independiente luchó toda la serie contra Santos y mereció mejor suerte, pero perdió 1-0 como visitante y en Avellaneda no pudo pasar del empate 1-1 pese a que convirtió al arquero rival en figura. Y ya en cuartos, Central pagó muy caro sus distracciones y errores groseros en la ida contra Bragantino y cayó 4-3. En la revancha, también en medio de la polémica por los dos goles anulados a Marco Ruben, buscó de manera incansable el triunfo por dos tantos de diferencia que necesitaba, pero no hubo caso y para colmo de males, perdió 1-0 con el tanto de Artur, que marcó cuatro goles en la serie, en la última jugada.
En definitiva, sobre 12 encuentros disputados contra los equipos brasileños en instancias de eliminación directa en estas copas, no hubo ningún triunfo, apenas cuatro empates y ocho derrotas. Recibieron 20 goles y pudieron convertir 7 (1 de Defensa, 1 de Racing, 1 de Independiente y 3 de Central). Sin dudas, una participación internacional que quedará para el olvido o bien para replantear muchas cosas, con la certeza que habrá que seguir luchando año a año para equiparar de alguna manera el enorme poderío de las billeteras verdeamarelas.
