Julián Weich estuvo con Dante Gebel en CNN Radio, luego de recuperarse de su internación por Covid: “Estoy vivo”, dijo entre risas, apenas comenzó el diálogo.
“Por suerte soy una persona sana, y eso me ayudó a poder transitar la enfermedad estando en terapia intensiva”, relató. Y agregó que “estaba consciente y con el teléfono en la mano, me escribían los periodistas para sacarme en vivo estando en terapia intensiva. Incluso en un momento tuve dislexia. Yo veía todo el afecto que me llegaba, rezaban por mí con mucho amor, fui a mi velorio y vi la cantidad de gente que vino, eso era amor, no había nada a cambio, yo estaba ausente”.
“Pasó, lo recibí, me dio mucha sensación de amor y me corroboró que lo que hice hace muchos años de corazón me lo devolvieron de golpe, todo lo que hice en 30 años de carrera me lo devolvieron en 10 días, fue impactante. Lo que venía haciendo lo voy a hacer más aún porque me corrobora que está bien, no hay nada mas lindo que sentirse útil y no importante”, aseguró el conductor que pasó 15 días internado por coronavirus.
“Nunca tuve miedo, mi cabeza siempre iba para adelante, yo decía que estaba perfecto cuando me iban a intubar, estaba convencido de que no me iba a morir, no había motivos para morirme, y si me hubiera muerto lo hubiera hecho feliz porque estoy tranquilo con lo que hago. Fue muy loco porque el contexto decía que me estaba muriendo, pero yo no lo sentía, me daba más miedo de que me intuben y me lastimen las cuerdas vocales por mi trabajo pero no llegué a esa situación, el entorno sentía que me moría pero yo no tenía miedo de morirme”, señaló.
Weich también hizo referencia a la vecina de su propio edificio que lo denunció por salir de su casa el día que concurría con su mujer a la clínica porque se sentía mal: “No la conozco, después me enteré quien era, ella supuso que como soy famoso rompía la cuarentena y me fui a hacer una placa que determinó que me iban a internar. Perdí la capacidad de enojo hace mucho tiempo”
En relación a la pandemia, Julián señaló: “Estamos agotados, nos cansamos de la incertidumbre, no se termina de definir la pandemia ni de terminarse, es un espiral sin fin, hay que acostumbrarse a convivir con esto, es peor que una guerra porque no se termina”, dijo. Y respondió al cuestionamiento de muchas personas que lo definieron como antivacuna: “Tenia turno para vacunarme pero no pude ir y en ese interín me contagie, soy de los que promueve la vacuna desde que no existía la vacuna, acá no hubo suficiente cantidad y llegaron tarde las vacunas, es muy injusto, no se hicieron las cosas a la velocidad en la que requería la situación”.
El conductor también habló de su trabajo y de la situación actual del medio: “La televisión argentina se quedó, se distrajo y aparecieron las plataformas. Se invierte menos, el público infantil no ve la tele, entonces pasó a ser algo para grandes que se crió con la televisión”. Aunque destacó que en el último tiempo ayudó para informarse: “Durante la pandemia la televisión comenzó a ser el centro de atención para ver el minuto a minuto de lo que pasaba en la actualidad”.
“Cuando los canales hacen programas buenos aparece la gente porque aparece el rating. Cuando yo participaba había producciones costosas y desafíos, los pocos que lo hacen ahora les va mejor”, sostuvo.
Weich también hizo referencia al bajo rating que acompaña actualmente a Marcelo Tinelli con Showmatch: “Hubo un momento donde la gente tampoco veía mis programas y lo asumí, es parte de la vida, no le eché la culpa al canal. Si no lo asumís te deprimís y luchas para ser alguien que ya no sos”.
“Hubo momentos en los que me llamaba nadie ni yo tampoco tenía ganas de proponer algo para que por un punto me saquen, no tengo ganas de rendir el examen de hace 30 años, decidí relajarme, el programa que hago no es un récord de rating pero es lo que al canal le sirva”, agregó sobre el ciclo que conduce en Canal 9 junto a Carolina Papaleo.
El conductor contó que “no uso cucaracha” en el oído porque no quiere que le digan lo que tiene que hacer en cada minuto: “Los programas se sienten, es como hacer el amor a control remoto, yo siento lo que pasa, es mi manera de conducir”.
También señaló que no ve realities porque siendo productor “ves los hilos” detrás de escena: “No está guionado pero sí digitado, no están mal hechos pero es parte de mi profesión”.
Finalmente, Weich sostuvo que para poder trabajar “todo lo que hago tiene que tener algún impacto social, necesito hacer algo que marque un rumbo, que tenga un para qué… me es difícil pensar en un formato ideal, tengo ideas pero tiene que haber un contexto que ayude”.
“No tengo deudas artísticas, trabajé mucho, con mucho cuerpo y dedicación, estoy contento y satisfecho con lo que hice”, sostuvo el conductor con más de tres décadas de trabajo en los medios.
