Este sábado se realizaron nueve allanamientos para desbaratar a una banda dedicada al juego clandestino. Los mismos se hicieron en Fisherton, en la zona oeste de Rosario y en el barrio cerrado Funes Hills Miraflores. Allí descubrieron que una distribuidora de vino tenía 70 máquinas tragamonedas.
La distribuidora se encuentra en la calle Mendoza al 4300 y no tenía habilitado el sector para poseer las máquinas.
Además incautaron teléfonos celulares, computadoras, dispositivos de almacenamiento, documentación de interés a la causa.
Los fiscales que solicitaron los allanamientos fueron Matías Edery, Luis Schiappa Pietra y Gisela Paolicelli. Intervinieron agentes de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) y del Organismo de Investigaciones (OI).
La principal búsquela se centra en Leonardo Peiti, quien se encuentra prófugo de la justicia.
La banda tenía como objetivo obtener dinero mediante extorsiones y atentados contra la vida de distintas personas, invocando el vínculo que mantiene el organizador con Ariel Máximo Cantero (líder de Los Monos) como medio para intimidar a las víctimas. Las maniobras involucraron a la asociación ilícita en la gerencia y explotación de negocios ilícitos, entre ellos el de la quiniela clandestina y los llamados “casinos” ilegales.
Según informaron fuentes judiciales el sospechoso se pondría a disposición de la justicia provincial el próximo lunes. No estuvo presente en la audiencia imputativa que se desarrolló el pasado jueves y viernes en el Centro de Justicia Penal, donde fueron acusados Maximiliano «Cachete» Díaz, Flavia Broin –pareja de Cachete–, José Perlo, el jefe policial retirado Alejandro Torrisi y el sicario Otniel De León Almonte.
Entre las personas prófugas también se encuentra Brian Díaz, hermano de Cachete, Claudio Ricaldez, Hernán Quintero y Mariano Ruiz, condenado en 2015 en un juicio abreviado en el marco de la megacausa Los Monos.