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viernes 29 de marzo del 2024

Jarlan Barrera, con un pie y medio fuera de Central

Fue la gran novela del verano en Central. Que los dos contratos, que Tigres, que un representante, que otro. Miles de capítulos y una disputa entre canallas y mexicanos que casi termina dirimiendo la FIFA o inclusive la instancia superior, el TAS.

Jarlan Barrera terminó arribando a Arroyito luego de varias semanas de tires y aflojes, siendo el vínculo con el elenco azteca el que tuvo preponderancia, por lo que recaló cedido a préstamo por un año con opción de compra, con la salvedad que la entidad auriazul se quedó con un 15 por ciento del pase.

Su muy buen rendimiento con Junior de Barranquilla, donde fue campeón a fines de año del torneo colombiano y finalista de la Copa Sudamericana, sumado a todo lo que pataleó Central para contratarlo, hacían prever una relevancia importante en el equipo para el enganche cafetero. Sin embargo, eso nunca sucedió.

Con Edgardo Bauza, Barrera fue titular en el estreno oficial del año en la derrota 2-1 contra Huracán, pero sólo estuvo en cancha los primeros 45 minutos. Después ingresó desde el banco ante Aldosivi para disputar la última media hora, pero en la semana previa al Clásico sufrió un desgarro.

Ya con Paulo Ferrari, regresó por Copa Argentina ante Sol de Mayo de Viedma en un conjunto plagado de suplentes y juveniles, pero tampoco marcó la diferencia frente al elenco del Federal A que eliminó al Canalla, saliendo en el entretiempo. Su cuarto y por ahora, último juego, fue la semana pasada en la caída 3-1 contra Gremio en Porto Alegre cuando Diego Cocca paró una alineación alternativa, allí disputó 79 minutos.

En total, Jarlan estuvo en cancha 201 minutos en sus cuatro encuentros, lo que marca a las claras que nunca pudo adaptarse al club ni al fútbol argentino, entre un mal estado físico con el que arribó, una lesión de arranque, que le fueron quitando lugar y en las pocas posibilidades que tuvo no pudo mostrar ni por asomo el nivel que hizo que Central se pelee con Tigres por tenerlo.

Su contrato a préstamo finaliza el 31 de diciembre, pero se interrumpiría a mitad de año si hay un resarcimiento económico. Santos de Brasil lo pretende, al igual que se especula con un posible regreso a su país, entre Atlético Nacional y hasta la chance de vestir nuevamente la camiseta de Junior.