La pequeña localidad de Arroyo Leyes, ubicada a unos 20 kilómetros al noroeste de la ciudad de Santa Fe, fue protagonista de un insólito hecho delictivo. En la madrugada de este jueves, entre siete y ocho personas irrumpieron en la subcomisaría 20a, redujeron a los dos agentes de guardia y se llevaron armas, una camioneta policial y el auto de un vecino que vive a 50 metros.
No estaba claro en un principio si los ladrones fueron perseguidos e interceptados por personal de la fuerza o si abandonaron los vehículos por su cuenta. Sin embargo, no había detenidos por un inusual hecho.
El episodio ocurrió cerca de las 2, cuando se acercó a la dependencia policial un hombre pidiendo ayuda porque «había pinchado un neumático de su auto». De inmediato, otras seis o siete personas ingresaron a la seccional, redujeron a los dos agentes, golpeando a uno de ellos, y se alzaron con una pistola reglamentaria y una escopeta. Luego, huyeron en una camioneta de la fuerza de seguridad y el Peugeot 307 de un vecino que estaba estacionado a metros.
Algunas versiones indican que el grupo de asaltantes llegó hasta la seccional en un auto. Otras mencionan que algunos de ellos vestían uniforme policial y actuaron a cara descubierta, mientras otros se cubrieron el rostro con pasamontañas.
Tampoco hay información unificada sobre cómo fue que aparecieron los vehículos robados. El patrullero fue hallado en Villa California y el auto particular en el bañado de La Guardia, cerca de Colastiné.
Poco después del ingreso violento a la dependencia policial, ya desde la madrugada, comenzó la llegada de gran cantidad de personal policial a la zona de la costa y había un operativo de rastrillaje para dar con el grupo. Personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) realizó peritajes de los vehículos recuperados y de un arma de fuego que había dentro de uno de ellos.