Son cookies, y no justamente las galletitas. A todos nos pasó que al entrar por primera vez a una página nos apareció un pequeño anuncio de “Uso de cookies”, en el cual se nos informa que la página utiliza cookies propias y de terceros para mejorar los servicios y mostrar publicidad relacionada con las preferencias del usuario, mediante el análisis de los hábitos de navegación. “Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso”.
¿Qué son estas famosas cookies? En criollo, es una galleta informática que contiene información enviada por un sitio web y almacenada en el navegador del usuario. Básicamente, lo que hacen estas “galletitas” es conservar la información del usuario para luego utilizarla con fines publicitarios.
Un claro ejemplo son las páginas para comprar por Internet: se realiza la búsqueda y aunque no se compre nada, queda registrada. Puede pasar con una mochila o con un pasaje a París. Primero se busca el producto en el navegador para que después las cookies hagan su trabajo y aparezca la publicidad de eso que buscaste en cualquier otra página que se utilice, ya sea el mismo navegador o una red social.
En septiembre del pasado año, Damian Le Nouaille, un español radicado en París, realizó un experimento relacionado al uso de cookies, aunque esta vez, aplicado a Instagram. La red social, por defecto, utiliza el micrófono, ya sea para grabar historias o para subir algún video con sonido. Pero, ¿tenías idea de que Instagram podría estar usando el micrófono para hacer publicidad? En el texto que desarrolló el español después de experimentar, relató que él le contó a su primo que quería un proyector para los videos y fotos de sus viajes. Dicho y hecho, al día siguiente, en Instagram le apareció un anuncio sobre proyectores. Lo sospechoso, es que Damian no había buscado el producto en ninguna plataforma y remarcó el hecho de que mientras mantuvo la conversación con su primo, su celular se encontraba en su mochila, casi sin batería y con Instagram trabajando en segundo plano. La conversación no habría durado más de cinco minutos y eso le generó “miedo” a Damian.
El relato generó controversia. En las redes sociales algunos manifestaban que les había sucedido algo parecido y otros comentaban que era imposible que el micrófono, sin batería y con la red funcionando en segundo plano, haya escuchado la conversación con tanta claridad.
Dani Creus forma parte de la unidad de inteligencia de Palo Alto Networks, donde analiza amenazas avanzadas. Luego de este “experimento”, Creus dijo que es imposible que Instagram nos espíe, aunque sí hay otras plataformas que lo hacen. En 2013, Google pidió disculpas por no avisar que “Ok Google” escucha todo lo que decís para que el sistema pudiera responder cuando uno lo llama, Amazon, a finales de 2016 pidió disculpas porque los niños compraban a través del asistente por voz del celular de sus padres.
Si bien no está confirmado que Instagram utiliza el micrófono, algunos usuarios manifiestan que la red genera publicidad con conversaciones que tuvieron o con productos que buscaron en la red. Lo mejor para saber qué aplicaciones utilizan el micrófono, es dirigirse a los ajustes del celular y comprobar si estamos cien por ciento seguros de las aplicaciones que estamos utilizando.
