El Consejo General de Educación aprobó la vuelta de las clases bajo un sistema bimodal en la provincia de Santa Fe. De esta forma, los alumnos del último año de la primaria y secundaria comenzarán a transitar el ciclo lectivo el 17 de febrero, mientras que el resto dará inicio el 15 de marzo. Este sistema presentado en un inicio por el Ministerio de Educación santafesino, combina las clases presenciales en las escuelas y las virtuales.
Sin embargo y pese a los anuncios del Gobierno, los gremios docentes no están del todo conformes con la medida ya que sostienen que “debe ser una discusión colectiva” entre todas las partes y piden que en la vuelta a la presencialidad prime “la opinión de los especialistas en la salud”.
Gustavo Terés, secretario general del gremio docente Amsafé, manifestó que “la discusión no es presencialidad si o presencialidad no; no queremos que se demonice una posición. Lo primero que decimos es que todo lo que tenga que ver con la vuelta a clases, condiciones de trabajo y presencialidad tiene que estar gobernada por la opinión de los especialistas en la salud”.
En ese sentido, se refirió al segundo brote de coronavirus que se viene generando en todo el país, e indicó que “las escuelas, como lugares de alta circulación, pueden transformarse en una situación de riesgo. Nos parece importante acudir a la opinión de los epidemiólogos”.
En diálogo con el programa El Puente, en Radio Mitre Rosario, Terés sostuvo que “el Ministerio de Educación hace declaraciones por los medios, habla de la forma bimodal, y nos parece que esto es parte de una negociación colectiva”.
Dijo que desde el gremio creen que “hay que discutir el protocolo y cuál es la inversión necesaria” para el retorno a las aulas. “Hay que discutir en qué condiciones vuelvo y qué significa la vuelta a la escuela segura”.
Consultado sobre cuál es el problema entre los gremios y el Ministerio para llevar medidas en conjunto y garantizar la vuelta a clases presenciales, aseguró: “Faltan las políticas del Estado. La ministra (Adriana Cantero) empezó a hablar a mitad de año de la vuelta a la presencialidad. En septiembre u octubre estaban volviendo solo 700 chicos en el norte de la provincia. Lo que no quisieron discutir el año pasado fue la virtualidad. Se la pasaron discutiendo la presencialidad cuando no hubo virtualidad. No humo plataformas públicas para que no se tuviera que pagar para aprender y no hubo provisión de elementos electrónicos para que muchos chicos o profesoras se pudieran conectar”.
“El Gobierno abandonó a decenas y decenas de alumnos que no fueron atendidos por el Estado en esta situación de emergencia. La vuelta a la escuela no es un problema de garantizar la salud docente, es garantizar las condiciones de trabajo, de enseñanza y aprendizaje”, cerró Terés.
