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sábado 18 de mayo del 2024

Infinita, un emprendimiento rosarino que puso al pan en el centro de la escena

Claudio Joison, dueño de la panadería emplazada en calle Santiago al 200, contó cómo surgió el proyecto que pudo concretarse en plena pandemia y cumple su primer aniversario.

La cuarentena impuesta por la pandemia generó una fascinación por la cocina casera y, en particular, por la panificación. La masa madre tomó protagonismo en los hogares y en las redes, que se plagaron de recetas y tutoriales para todos los gustos.

También nacieron emprendimientos de algunos apasionados del mundo culinario, que vieron una oportunidad para despuntar el vicio. Es el caso de Infinita, la panadería rosarina emplazada en calle Santiago al 200, que en marzo cumple su primer año y busca diferenciarse por la elaboración de productos naturales, sin químicos.

«Sólo harina, agua y sal», se lee al pie de la descripción del Instagram del local ubicado en el corazón de Pichincha. «El pan de verdad se hace de esa manera», aseguró Claudio Joison, titular e ideólogo del proyecto, en diálogo con este medio, quien contó que la panadería nació mucho antes de la irrupción del coronavirus, pero se concretó en medio del colapso mundial.

https://www.instagram.com/p/CaprpkaJqnL/

«La masa madre se puso de moda en la pandemia, pero es una historia que empezó hace 10 mil años con la humanidad. No es nada nuevo, solo que la gente lo descubrió hace poco», reflexionó y agregó que para la puesta a punto del local hubo postergaciones que demoraron la apertura, precisamente, por contagios de covid.

«Esto surgió a partir de los viajes; enterarme que había otro tipo de pan me llamó mucho la atención. Descubrí que el mundo tenía otra relación con los productos de panadería y confitería, que había cosas ricas y naturales, que trataban de cuidar la ecología», relató Joison sobre los orígenes de la iniciativa y explicó que la obsesión por la masa madre se convirtió en un hobby que terminó asaltando gran parte de su tiempo.

https://www.instagram.com/p/CaKYcq5LQMs/

«Por haber viajado veía que las panaderías y confiterías en el mundo eran muy hermosas y acá eso no estaba. De pronto mis amigos decían ‘¿por qué no ponés una panadería? Y un día sentí las ganas de emprender una vez más y acá está Infinita», continuó el empresario, orgulloso del camino recorrido.

Finalmente, se animó y su sueño escaló tanto, que no solo los rosarinos se acercan a probar las delicias de la confitería, sino turistas de otros puntos de la Argentina. «Se convirtió en un fenómeno nacional y viene gente de todo el país a conocerla».

Caludio Joison reconoció que lo comercial nunca fue el objetivo central. «Lo más importante era que realmente teníamos mucha pasión por hacerlo».

Lo que diferencia a Infinita de otras panaderías es la utilización de materias primas de calidad, el respeto por los procesos de elaboración, la utilización de productos naturales y la trazabilidad. El entrevistado enfatiza que su propuesta saca al pan del lugar marginal que se le da usualmente en la mesa.

«El pan siempre fue el patito feo. Cuando el médico te dice ‘no comas pan’, la pregunta es qué tipo de pan, porque hay pan que te va a hacer mal-el que tiene químicos- y otro que no, que hasta te va a hacer bien». Sin dudas, el de la confitería de Santiago 217 está hecho para aportar a la salud.

Por último, Joison citó una frase que, según él,  sintetiza el espíritu de su comercio y el de su propia vida: «Infinita puso al pan en el centro de la escena», cerró.

https://www.instagram.com/p/CZ2guJBrkK6/