Brisa Leguizamón y Esteban «Pinky» Rocha son los novios que aún se encuentran fugitivos por ser los protagonistas principales del casamiento narco que terminó con el triple crimen de Ibarlucea donde fueron ejecutados a balazos una familia compuesta por una pareja mayor y una bebé de un año.
A ambos o les importó su situación en la Justicia ni el talante de los invitados. Creían estar blindados, una débil burbuja que rompieron a balazos los sicarios que emboscaron a Iván Maximiliano Giménez, Erica Romero y su hija pequeña Elena.
En las últimas horas, el canal TN accedió a imágenes de la previa, el casamiento en la Iglesia y la fiesta en salón exclusivo, en el que tocó un conocido cantante de cumbia.
Fuentes del caso indicaron que los novios, ahora prófugos, habrían gastado más de 2 millones de pesos en el evento, al que asistieron personas vinculadas a Los Monos, entre ellos, uno de los hijos del máximo líder, Ariel “Guille” Cantero, y su cuñada. El servicio de catering, por ejemplo, fue saldado en efectivo. La opulencia revelada tras el triple crimen será objeto de una investigación por lavado de dinero.
No es un secreto la furia del narco condenado a más de 100 años de prisión cuando se enteró del triple crimen. Los plomos nunca habían pasado tan cerca desde el homicidio de Claudio “Pájaro” Cantero, su hermano mayor.
La previa de la boda se realizó en el lujoso Hotel Puerto Norte, probablemente, uno de los más vistosos del país: son seis pisos, construidos sobre la estructura de antiguos silos.
Una escena de vanguardia ubicada frente a la zona costera de una ciudad partida en dos, entre la extrema pobreza, la violencia narco y, por el otro, la opulencia. Esos dos mismos extremos que convivieron en la fastuosa fiesta a través de los invitados.
En una de las habitaciones, Brisa se preparó junto a Brenda Leguizamón, cantante de trap. La hermana de ambas, Micaela “La Diabla” Leguizamón está siendo investigada como jefa de una organización narco que pisa fuerte en San Nicolás. Tiene pedido de captura, pero estuvo en la fiesta, luciendo un ajustado vestido negro. Incluso, la prófuga se sacó fotos con destacados invitados.
La novia fugitiva tenía arresto domiciliario, con pulsera electrónica. Solo podía salir, autorización judicial mediante, para consultas médicas. Nunca pidió permiso para casarse.
Desde ese punto, el entorno más cercano se trasladó a la Iglesia San Antonio, en San Martín y Ayolas, en la zona sur de Rosario.
La novia llegó en un Porsche Cayanne de color gris opaco, adornado con moños blancos. Todo fue registrado por celulares en el lugar. Lo mismo ocurrió cuando llegaron al salón de fiestas Campos de Ibarlucea, a 15 kilómetros del centro, dentro de un barrio cerrado, sobre la Ruta Provincial 34-S.
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A la celebración -una verdadera cumbre narco- llegaron varios vehículos de alta gama, entre ellos, el Audi TT de Giménez y Romero.
La familia, como otras, presenció el show de “Chanchi y los Auténticos” y de Sergio Torres. El cantante de cumbia ya se había presentado en el último cumpleaños de Luciano “Lucho” Cantero, el líder de una nueva generación que se abre paso a tiros.
Tanto el hijo de “El Pájaro” como su viuda, Lorena Verdún, estaban invitados a la boda, indicaron fuentes del caso. No habrían podido asistir: están presos.
Los tiros se escucharon desde el salón. «No era una fiesta inocente, era el una película de El Padrino», exclamó el secretario de Seguridad de Santa Fe, Jorge Bortolozzi escandalizado por la obscenidad y la impunidad de la mafia rosarina, que dejó al descubierto el violento episodio, un triple crimen que conmocionó, incluso, al mundo narco.
Mirá el video:
https://www.youtube.com/watch?v=GGWOB12xal8
