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jueves 25 de abril del 2024

¿Hay que dormir 8 horas para tener un buen descanso? Qué dice la ciencia

La doctora Guadalupe Bruera, parte del staff del Servicio de Neurología de Grupo Gamma, protagonizó una charla abierta y respondió a esta inquietud resonante.

¿Hay que dormir 8 horas para tener un buen descanso? La pregunta resuena en las mentes de miles de personas, exhaustas por los vaivenes de la vida cotidiana en una sociedad en la que todo urge.

La doctora Guadalupe Bruera, parte del staff del Servicio de Neurología de Grupo Gamma, protagonizó una charla abierta, que se llevó adelante este viernes ante más de 300 personas, y respondió, entre otros temas relacionados al sueño, a esta inquietud.

En la previa de la disertación, la profesional aseguró que las últimas evidencias científicas arrojan que no todos necesitan 8 horas de reposo.

«No hay horas predeterminadas. Lo que se decía acerca de que se necesitan 8 horas para dormir ya se demostró científicamente que no es así», remarcó durante una entrevista al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario.

«Cada persona necesita diferentes horas de sueño. Ejemplo: una mamá que está amantando a un hijo puede tener en una hora un sueño reparador», continuó y planteó: «No hay recetas mágicas. En cada ser humano a veces pueden ser 8, otras 10, otras 6, otras 5 o 7».

En otro orden de cosas, la médica aseveró que la pandemia generó estragos en el buen dormir. Según explicó, se trató de «un factor externo», que dejó serias consecuencias en los hombres, mujeres y niños.

En ese sentido, indicó que existen también factores internos, relacionados con la psiquis, que influyen en el momento de la relajación. «Las personas que son muy neuróticas y que al otro día tienen que hacer cosas van a estar hasta el último momento de la noche repasando punto por punto».

En tanto, apuntó que el problema «atraviesa a todas las edades, antes se pensaba que tenía que ver con las personas más grandes, con cumplir diferentes etapas de la vida, pero hoy esto va desde los 20 a los 90 años».

Por otra parte, enfatizó: «El problema es cuando una persona ya se acostumbra a dormir mal o a no dormir o quedarse dormido en el día porque tiene que compensar el sueño que no fue reparador por la noche».

En se sentido, subrayó que «una persona no se tiene que acostumbrar a vivir mal. Hay una serie de cosas que se pueden hacer para que el sueño empiece a ser reparador».

Entre ellas, puso el foco en dejar de estar conectado con el trabajo a una determinada hora del día y volcarse a una actividad recreativa o hobby.

«No somos máquinas. No apretamos un botón y nos dormimos y otro y nos despertamos. Vamos a tener que bajar la velocidad a la que vivimos», concluyó la neuróloga.