«Rosario, donde los narcos pasean y a los laburantes los detienen», publicó en su cuenta de Twitter Lucas Ocampos, el hijo del taxista que subió a dos delincuentes que habían cometido una violenta entradera en Iriondo al 1800 esta semana cuando escapaban. El joven, que contó lo sucedido en un hilo en la red social, dialogó con el periodista Mauro Yasprizza, movilero de Radio Mitre Rosario.
Rosario, donde los narcos pasean y a los laburantes los detienen. El dia martes 10/5 mi papa deja un pasajero, el es taxista, hace dos cuadras y le hacen seña dos personas, el los lleva y en el viaje cuando llegan a destino estos salen corriendo del taxi
— Lucas Ocampo (@LucasOcampo36) May 14, 2022
«La red social fue el medio que encontré para hacer la descarga», reconoció el joven, quien contó que el viernes su padre debería haber tenido una audiencia, pero no la tuvo. «La tuvo este sábado y no obtuvimos el resultado que queríamos, porque sigue detenido. Tenemos una decepción total», lamentó.
El taxista de 62 años tiene prisión preventiva por 90 días, plazo en el que el fiscal que investiga, el Dr. Rodrigo Urruticoechea de la Unidad de Flagrancia, deberá encontrar pruebas. Sin embargo, desde la defensa van a apelar, dado a que «no tienen ningún indicio» de lo que lo están incriminado.
«El fiscal pidió una prórroga para continuar con la investigación porque no tiene nada y no lo va a tener, porque mi papá no tiene vinculación con ninguna banda. Es un laburante que estaba trabajando cuando lo detuvieron como si fuera un delincuente», narró Lucas.
Este viernes, desde Fiscalía se ordenó una orden de allanamiento a la casa del taxista por supuesta tenencia de armas. No solo que no encontraron nada, sino que se llevaron los celulares de los familiares que estaban presentes. Lucas no tuvo esa mala suerte, porque no se encontraba en el domicilio.
«Es una situación horrible la que estamos pasando. No me entra en la cabeza que teniendo todo para demostrar que no tuviste nada que ver, te detienen igual», cuestionó el joven. Y dijo que la versión de que su padre posee un arma es «falsa». «No tiene ni nunca tuvo armas», aseguró.
Por último, Lucas pidió que el fiscal investigue lo que tenga que investigar, pero que «se apure». «Mi papá se la está comiendo y bebiendo sin motivo alguno», cerró.
El hecho ocurrió el miércoles, cuando dos delincuentes golpearon y ataron a un padre y sus hijos, les robaron dinero y huyeron en taxi. Según lo narrado por el hijo del taxista, los subió porque le hacían señas, y nunca sospechó nada porque estaban tranquilos y hablando de otros temas.
Los delincuentes fueron detenidos tras ser alcanzados por la Policía en Uriarte al 1700, que logró rastrear uno de los teléfonos robados. Uno de ellos terminó en un hospital con heridas en la pelvis, tras un supuesto tiroteo con efectivos. Una de las versiones da cuenta que se disparó solo cuando trató de sacar su arma.
