Greenpeace sorprendió a todos el sábado en la Sociedad Rural cuando logró burlar la seguridad del lugar y colocar carteles justo detrás del presidente de la asociación que agrupa a grandes propietarios de tierras en la región pampeana, Daniel Pelegrina y del presidente de la Nación, Mauricio Macri. Tras la intervención iniciaron una investigación y llegaron a la conclusión de cómo pudieron hacerlo. Por su parte, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich denunció penalmente a la ONG ambientalista.
La sorpresa comenzó cuando Daniel Pelegrina tomó el micrófono aquel sábado por la mañana en la apertura de la Exposición de la Sociedad Rural, y antes de cederle la palabra a Mauricio Macri, se desplegaron dos carteles amarillos detrás suyo que decían «Ganaderos: basta de desmontes» y «Destruir bosques es un crimen». Las pancartas se desplegaron a través de control remoto mientras Pelegrina.
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La Rural ya había sido escenario de un hecho llamativo cuando veganos irrumpieron en la zona y fueron corridos de la pista central a rebencazos por los gauchos. En esta ocasión, el episodio sin violencia y casi cinematográfico. La ONG celebró su intervención vía Twitter y oficialmente escribieron: «Intervenimos el acto inaugural de la Sociedad Rural para denunciar que la ganadería intensiva está destruyendo los bosques, hogar de los últimos 20 yaguaretés del Gran Chaco».
👉GANADEROS: BASTA DE DESMONTE https://t.co/WRqK6qKNgi Intervenimos el acto inaugural de la @SociedadRural para denunciar que la ganadería intensiva está destruyendo los bosques, hogar de los últimos 20 yaguaretés del Gran Chaco #YaguaretésAlLímite pic.twitter.com/GoHkj16Tjx
— Greenpeace Argentina (@GreenpeaceArg) August 3, 2019
Desde Greenpeace sostienen que el 80% de la deforestación en Argentina se concentra en Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa, donde se perdieron 113.000 hectáreas el año pasado, y responsabiliza por el daño a a la «expansión descontrolada de la industria ganadera».
La Rural comenzó un proceso de investigación y llegó a una conclusión este domingo. Según publica el diario Clarín desde la asociación civil se dieron cuenta que los activistas ingresaron el 26 de julio y se hicieron pasar por personal de mantenimiento para colocar los dispositivos metálicos que luego se accionarían con control remoto. Así fue como burlaron la seguridad y pasaron inadvertidos en el predio. Para ese día ya tenían todo calculado: la altura del palco medida, el grosor del caño del techo y las herramientas necesarias para fijar los carteles en cuestión de segundos.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, formuló una denuncia contra Greenpeace después del episodio por «intimidación pública», que recayó sobre el juzgado federal a cargo de la jueza María Eugenia Capuchetti.
