Los gastronómicos de Rosario afirman que los próximos meses la situación económica de los locales no va a mejorar, sino todo lo contrario, esperan que empeore. Si bien económicamente hubo una mejora a partir de la habilitación de los negocios gastronómicos -teniendo en cuenta que estuvieron meses enteros cerrados-, no se espera un buen futuro si las condiciones se mantienen como hasta ahora.
El gobierno provincial habilitó en septiembre pasado los locales gastronómicos con un estricto protocolo sanitario, límite de horario y un máximo de capacidad del 50% en cada lugar.
Leo Santero, titular del Gran Chopp, contó al aire de Radio Mitre Rosario que por el momento la situación de los gastronómicos está “un poco mejor que cuando estábamos solicitando la emergencia gastronómica, se debe también porque cambió el clima, pero no estamos mucho mejor en lo que es la planificación a futuro: la ayuda que nunca llegó, se termina el ATP , luz, gas y agua no hay financiamientos sólidos a largo plazo, bancar la deuda que hemos engendrado durante todo este tiempo, alquileres”.
El comerciante dio un panorama desalentador: “Considero que vamos a estar mucho peor de lo que estábamos”, aseguró en diálogo con el programa El Puente.
“Obviamente este viento de fiestas que viene ahora levanta el clima, sentirse mas liberado de la pandemia porque bajan los casos, pero esto no resuelve el problema de base y la gastronomía va a estar muchísimo peor de lo que ya está en los próximos meses”, sentenció Santero.
Asimismo, describió que para él ya se perdió el 30% de los gastronómicos en Rosario. “Seguro que vamos a llegar al 50% si no hay medidas inmediatas. Te permiten abrir a un 50% que no llegas ni a sostenerte en el punto de equilibrio”.
“Todos están facturando lo que más se pueda porque se necesita para solventar aguinaldos, vacaciones, pago de sueldos, y después ver que pasa con toda la deuda que venimos engendrando”, afirmó el comerciante.
Por último, preguntado por las reservas para las fiestas de fin de año, aseguró que “la mayoría de los comercios no abren en Navidad o año nuevo. Los que abren son los tradicionales y alguno que se va a tirar a la pileta para ver si puede factuar un poco más, pero se paga muchísimo mas de personal. Es una situación compleja”, cerró.
