Por Tatiana Pace
El escritor y psicoanalista, Gabriel Rolón, presentó este sábado en Rosario, «El amor y las pasiones». En esta charla-debate, lo acompañó sobre el escenario su colega y esposa, Cynthia Wila. Junto con la escritora de novelas románticas cuestionaron, cada uno desde su postura, al amor. ¿Es un cuento de hadas o una historia de dolor?
Ante la demanda de su público, dos funciones desembarcaron en el Auditorio de la Fundación Astengo. La tarde fría se prestó para escuchar sobre el amor y, rápidamente, la sala quedó repleta. El show previsto para las 19:30, comenzó con algunos minutos de demoras, ya que los cortes en el tránsito por la marcha del Día de la Memoria complicaron la llegada de los espectadores.
Sin embargo, cuando el licenciado irrumpió en el escenario, se disculpó por el percance y tras una simple reflexión al respecto, fue aplaudido fuertemente por su público: «Si este es el precio que hay que pagar por estar en democracia, qué barato». Las luces cálidas acompañaban la velada y Rolón dio inicio narrando los orígenes del amor. Adán y Eva dijeron presente en la función.
Tras contextualizar el espectáculo, presentó a su compañera Cinthya Wila. Las dos banquetas que aguardaban vacías en el medio de la escena fueron ocupadas. El debate comenzó de manera cronológica. Ambas voces hablaban de lo hermoso qué es enamorase. La ilusión invade, nos sentimos completos y especiales. Mientras la escritora lo describía como un sueño, el psicólogo de manera cómica y cotidiana detallaba que es una especie de «toxina», lo que nos hace idealizar al otro como alguien perfecto.
La conversación avanzaba entre las etapas del enamoramiento. Rolón desglosó dicha palabra: «En-amor-miento». «Miento» resaltó y empezó a hablar de la infidelidad. El público participó del debate y mediante «si» y «no» a coro, dio su opinión al respecto. Seguidamente, una película ejemplificó la respuesta de los espectadores: «¿Está mal ser infiel? ¿Cuál es el costo?», fueron alguna de sus preguntas. Y como en reiteradas ocasiones, el escritor afirmó que «uno puede estar muy enamorado e igual ser infiel».
La velada llegaba su fin y na guitarra que se encontraba entre el psicólogo y la escritora cobró protagonismo. En una sección romántica y divertida, Rolón compartió sus dotes musicales y junto a Wila cantaron y analizaron canciones de amor. El dúo no dejó de sorprender y de conectar con su público, todo el tiempo.
Muchas fueron las reflexiones que tuvieron lugar. Desde la literatura, Cinthya argumentó la idea del «príncipe azul» y la inocencia del amor. En cambio Rolón mostraba la cruda realidad. Sin embargo, complementados a la perfección, apostaron al amor y desearon que todos encuentren a alguien por la que valga la pena arriesgarse.
Las luces se encendieron otra vez y el público colmó de aplausos el auditorio. Antes de despedirse, la dupla compartió el festejo de cumpleaños de Wila, quien, con lágrimas en los ojos, se mostró muy agradecida. Después de casi dos horas, de una charla intensa, reflexiva y sobretodo emocionante, abandonaron el escenario. Para minutos más tarde, pisarlo nuevamente. Tres cuadras de colas aguardaban afuera por la siguiente función.
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