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viernes 19 de abril del 2024

Fernández: «El virus no diferencia entre buenos y malos, peronistas y radicales, ataca por igual»

El presidente defendió la modalidad de aislamiento obligatorio en las casas, que rige desde el 20 de marzo, y la diferenció de la "cuarentena inteligente" aplicada en países como Chile y Suecia.

El presidente Alberto Fernandez defendió este martes la modalidad de aislamiento obligatorio en las casas, que rige desde el 20 de marzo, y la diferenció de la «cuarentena inteligente» aplicada en países como Chile y Suecia, al considerar que al dejar a parte de la sociedad en libertad de acción no se frena la circulación del virus, que es lo que se requiere para evitar contagios.

«La experiencia me dice que hay tener un poco de miedo a la cuarentena inteligente, porque es dejar alguna parte de la sociedad en libertad de acción como si a ellos el riesgo no les tocara», dijo Fernández, en una teleconferencia con el gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, en la que se abordó el problema del coronavirus en esa provincia, que registra 1.961 casos de Covid-19 y 96 fallecidos.

Chaco es una de las provincias que junto con el Area Metropolitana de Buenos Aires (Amba), el departamento rionegrino de General Roca y el aglomerado urbano de Neuquén, continúan con el aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto ayer por el Gobierno nacional con mayores restricciones, por ser zonas donde el virus circula con velocidad.

«Durante muchos días fui muy atacado porque me dijeron por qué no miraba la cuarentena inteligente de Chile, de Suecia, y resulta que la cuarentena inteligente no parecía tan inteligente porque lo que se necesita es parar drásticamente la circulación» de virus, dijo el jefe de Estado.

Agregó que «el virus no diferencia entre inteligentes y menos inteligentes, buenos y malos, peronistas y radicales, ataca a todos por igual», dijo el jefe de Estado, acompañado por el ministro de Salud, Ginés González García.

Del otro lado de la pantalla, Capitanich hizo un informe de la situación en su provincia, acompañado por la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Viazzotti y la ministra de Salud del Chaco, Paola Benítez, además de funcionarios de la cartera de Salud de la Nación.

«El Chaco es parte de la Argentina y hay que atender todos los casos porque todos reclaman atención; cada uno con su peculiaridad. Lo que no podemos es descuidar» el avance de la pandemia, señaló Fernández, tras escuchar el informe de situación del gobernador.

En ese sentido, el mandatario resaltó la necesidad de «coordinar el esfuerzo entre la Nación y la provincia para contener la situación» y recordó que por esa razón viajaron a Resistencia Vizzotti, el infectólogo Gustavo Lopardo, que integra el Comité de Expertos que asesora al Presidente, y otros funcionarios de la cartera de Salud, para ayudar en esa tarea al gobernador Capitanich.

Fernández explicó que pidió a los funcionarios nacionales de la cartera de Salud que «construyan un plan de acción para ver de qué modo se desarrolla el programa Detectar» en esa provincia, ya que «está dando muy buenos resultados» para identificar el foco de contagios y sus grupos de cercanía y aislar a quienes haga falta, tal como sucedió en Villa Itatí y los barrios Azul, Padre Mugica y Padri Ricciardelli, en el Amba.

El Presidente invitó a Capitanich a «aprovechar esa experiencia» y recordó que cuando el virus comenzó a circular en los barrios más vulnerables no había antecedentes de cómo manejar la situación, ya que en Europa no la tuvieron.

El jefe de Estado dejó claro que «no es un problema de mala gestión del Chaco» que el virus esté circulando en la provincia, sino que se debe a que ingresó a través de alguna persona que llegó del exterior y se «diseminó de una manera increíble».

Por eso, pidió a los chaqueños «un poco más de esfuerzo» de cara a la cuarentena estricta que comienza mañana.

Ante el pedido de Capitanich de más terapistas y médicos, el jefe de Estado se comprometió a atender el problema, así como a enviar gendarmes y personal de las Fuerzas Armadas.

«La pandemia deja al descubierto las debilidades de la Argentina», expuso Fernández al describir las necesidades del Chaco y agregó que eso sucede «en muchos lugares» del país, a los que calificó de «problemas estructurales».

Por eso, dijo que analizará la «posibilidad» de que aquellas provincias con pocos casos puedan enviar terapistas a entrenar al personal médico del Chaco.

Finalmente, el jefe de Estado manifestó su voluntad de que la tasa de mortalidad «baje» en esa provincia «por lo menos al promedio del país» y calificó a Capitanich como un «político preparado e inteligente» que «hizo las cosas bien» al tiempo que van a seguir apoyando a Chaco con el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que reciben 350 mil personas.

«Si no se hubiese hecho la cuarentena los resultados serían horribles hoy en el Chaco. En este momento nos olvidamos de las diferencias políticas porque no nos va a perdonar la gente», concluyó.