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jueves 02 de mayo del 2024

Fernández, al recordar a las víctimas del 2001: «Lo que uno debe hacer es escuchar, no disparar tiros»

"Hoy es un día triste. Es un día en el que los argentinos nos enlutamos por la muerte impuesta a muchos argentinos. Es un día de recuerdo y memoria", afirmó el jefe de Estado.

«El Estado no está para ser violento, sino para hacer justicia. Lo que uno debe hacer es escuchar, no disparar tiros», subrayó el presidente Alberto Fernández al encabezar el homenaje del Estado a las víctimas de la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001. Durante la ceremonia, realizada en la explanada frontal de Casa Rosada, se emplazó una placa recordatoria en memoria de los muertos.

Fernández formuló estos conceptos acompañado por el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, y frente a las familias de las víctimas del accionar policial desatado durante los dos últimos días del gobierno de la Alianza UCR-Frepaso, que hace veinte años encabezaba el radical Fernando De la Rúa.

«Hoy es un día triste. Es un día en el que los argentinos nos enlutamos por la muerte impuesta a muchos argentinos. Es un día de recuerdo y memoria», afirmó el jefe de Estado.

Fernández remarcó que era necesario «rendirle un tributo a las victimas de la violencia institucional que se desató en el mismo momento en el que el pueblo salió a la calle a decir basta, porque no aguantó más el pesar de un modelo económico que solo traía pobreza».

Tras mencionar la crisis de la Convertibilidad, recordó que el 20 de diciembre de 2001 «cuando el pueblo vino a esta plaza (por la Plaza de Mayo) se encontraron con caballos, gendarmes, balas de goma y de plomo que se llevaron la vida de muchos argentinos».

«Los argentinos estábamos mal y salimos a quejarnos. Y muchos de los que salimos terminaron su vida ese día por la brutalidad del Estado. Por la incapacidad del Estado de dar respuesta y por algo que hay que desterrar para siempre, que es la violencia institucional», puntualizó.

Fernández manifestó que era «propicio que el Estado nacional, institucionalmente, se hiciera cargo de lo ocurrido y que no pasara como un día más (sin ese reconocimiento estatal de la represión de aquellas jornadas), como una marcha más de gente que busca reivindicar la Justicia que nunca llega».