Las Cataratas del Iguazú están fuertemente afectadas por la sequía dramática que afecta a los ríos del noroeste argentino y lucen casi secas. El fenómeno provoca la sorpresa de más de uno, pese a que el turismo en la zona se encuentra suspendido por la pandemia de coronavirus.
Según consignan desde el medio AgroArgentina, todo se produce la falta de agua en el río que lleva a la mayoría de los saltos de las famosas Cataratas, convirtiéndolas en una especie de montañas rocosas, una imagen muy alejada de lo que supo ser su realidad.