Fede Bal fue uno de los invitados en la mesa de Juana Viale. Totalmente recuperado de un cáncer de intestino, el actor contó que cuando se enfermó se abrió a todo tipo de terapias para sentirse mejor, entre ellas, las constelaciones familiares. Además, revelód etalles de su enceuntro cone l Padre Ignacio, el sacerdote a quien le atribuyen dones sanadores, que reside en Rosario.
“¿Por qué fuiste a ver a un cura y no a un rabino?”, le preguntó, primero, Juana Viale, que se mostró interesada en la reunión del hijo de Carmen Barbieri con el religioso. “Porque me abrí”, contestó Fede sin titubeos. «Conozco muchos rabinos, soy por elección judío. Mi madre es cristiana y mi padre, judío. Me crié en las fiestas judías y en ámbito judío, igual que el colegio al que fui, entonces me crié más en el mundo de la colectividad judía”, agregó.
“Fue abrirme a todo lo que me iba llegando. A todo lo que venía, le decía que sí”, confesó más adelante y hasta relató que Leticia Brédice, quien estaba sentada a su lado en las mesa más famosa, le recomendó que hiciera constelaciones familiares.
“Fue una experiencia increíble. No te puedo explicar lo que se vive ahí adentro. Y dije por qué no voy a ir a ver a este hombre que al que tanta gente consulta por problemas de salud y por problemas de todo tipo”, retomó sobre el conmovedor encuentro con el Padre Ignacio.
«Yo no quería ningún trato VIP ni nada, yo quería entrar tranquilo, verlo y darle la mano”, indicó y luego, recordó cómo fue el encuentro: “Es un contacto, te habla un poco al oído y es una… No sé, yo me quebré, y te lo cuento y me emociona, sin tener esa religión”, siguió.
Finalmente, concluyó: “Es creer. Él se acerca y te dice algo, y me dijo algo que me quebró y me hizo llorar. Es una cosa más mía y muy privada”.
