Alfredo «el Mono» Obberti, ex jugador e ídolo de Newell’s, falleció este lunes a los 75 años, después de luchar contra una dura enfermedad. Fue uno de los grandes futbolistas de la historia leprosa, donde se destacó en aquel equipo campeón de 1974.
El Mono o el Mago, que había surgido de las divisiones inferiores de Huracán de Parque Patricios, llegó desde Buenos Aires a principio de la década del 70 y se convirtió en un goleador con todas las letras
Con 89 goles en el club del Parque Independencia se ganó el cariño de los simpatizantes rojinegros y logró instalarse en la historia grande de la institución, ubicándose en el tercer goleador histórico en la tabla de artilleros. Hace poco tiempo fue desplazado al cuarto lugar por Maxi Rodríguez.
Lamentamos informar el fallecimiento de Alfredo Domingo Obberti
Nuestras más sinceras condolencias a sus familiares y amigos. Eternamente en los corazones leprosos, Mono.
Hasta siempre, ídolo #QEPD ⚫️ pic.twitter.com/A3iz0ziRuK
— Newell’s Old Boys (@Newells) July 5, 2021
Había surgido en Huracán y debutó como futbolista en el año 1962. Nunca logró asentarse en Parque de los Patricios. El Globo lo prestó a diferentes equipos y Obberti llevó su talento y goles a Colón, en la B, y Los Andes, donde fue goleador en 1968. En ambos clubes fue ídolo y tuvo de nuevo su chance en Huracán, en 1969. Allí el equipo anduvo mal y Obberti pagó el pato.
El ex delantero fue incluido en la transacción por Roque Avallay y recaló en Newell’s en 1970. En Rosario se sintió a gusto desde el principio y tuvo compañeros de la misma talla: Marcos Pereira, Silva, Zanabria y Heraldo Bezerra, entre otros.
Obberti debutó en Newell’s un 22 de marzo de 1970 en el empate 1 a 1 ante Lanús. Y su último partido fue 05 de octibre de 1975 en Newell’s 6 – Talleres 1. A su alrededor se gestó un gran equipo, que terminaría con el primer título para Newell’s en 1974.
En total, Obberti disputó 147 partidos y gritó 89 goles con la camiseta leprosa y marcó a toda una generación. Además, en 1975 fue transferido a Gremio de Porto Alegre, donde también tuvo éxito y se convirtió en un ídolo para los simpatizantes brasileños.